Pendiente de las pruebas del ADN para certificar oficialmente la identidad, la autopsia practicada al cadáver hallado el sábado con un disparo en la cabeza en un monte del municipio pontevedrés de Baiona indica que pertenece a Iván Durán, el joven desaparecido en la misma localidad el pasado 25 de agosto. Refuerza las sospechas de la Guardia Civil y de la propia familia, que lo daban por hecho. Certifica además que el joven se suicidó y que lo hizo hace varios meses, muy poco tiempo después de abandonar su vivienda con una nota de despedida. Se trata de una tragedia inexplicable, pero para concluir la investigación, el instituto armado intenta determinar cómo llegó la pistola a las manos del chico.

El arma corta, del calibre 6,35, apareció la mañana del domingo junto al cadáver, localizado la tarde anterior en el llamado Alto da Peniza, en un terraplén junto a una pista forestal de la parroquia baionesa de Baíña, situada a unos cien metros monte arriba de la autopista AG-57. En su interior, había un casquillo percutido, mientras que otro se encontraba tirado a unos metros. En la mochila del chico, también localizada en el lugar, se halló otra bala sin utilizar.

Según fuentes de la investigación, se trata de un arma cuya tenencia requiere una licencia muy restrictiva. Ni siquiera es común en los arsenales de las fuerzas de seguridad españolas.

Los informes forenses determinan, a juzgar por la trayectoria del proyectil, que fue el propio Iván quien disparó. También señalan que existe la posibilidad de que permaneciese en el mismo lugar sin que nadie se percatase de la presencia del cuerpo durante los rastreos de la zona porque se encontraba semioculto bajo unas zarzas. Tras analizar tanto los restos en avanzado estado de descomposición como la ropa y pertenencias del joven, que llevaba una nota manuscrita de despedida en la cartera, el juzgado da por concluida la autopsia.

El cadáver fue localizado el sábado por un senderista que recorría la zona y se encontraba muy deteriorado. La inspección ocular de la mañana siguiente permitió localizar el arma con la que se quitó la vida, además de varios objetos personales. Iván Durán se marchó de su casa hace casi seis meses con una nota de despedida. Horas después de que su familia denunciase la desaparición, la Guardia Civil activó diversos operativos de búsqueda con medios por tierra, mar y aire y la familia también organizó batidas con la colaboración de amigos y vecinos.