Un fuerte hematoma en un ojo, cojera y dolor óseo y articular. Estas lesiones fueron las sufridas por Saúl V.C., un niño de 12 años al venírsele encima la puerta de un pabellón en Navia, Vigo. El joven se encontraba en el recinto deportivo acompañando a su padre que es entrenador, cuando por una racha de viento a consecuencia del temporal, se desprendió una de las puertas que fue a caer sobre el niño, tumbándolo al suelo.

El menor comenzó a sangrar abundantemente por la cabeza y a quejarse de dolor en las piernas, por lo que tras contactar con los responsables del pabellón de Navia, fue trasladado al Sanatorio Concheiro, quienes tras revisar al niño, aseguraron llamar a la familia en una semana para continuar las revisiones. "Pasó una semana y nada, y de repente nos llaman de otra aseguradora indicando que no podían hacerse cargo del niño a consecuencia de cómo sucedieron los hechos", lamenta su madre, Mónica Coello, quien a día de hoy afirma no saber a dónde tiene que llevar a su hijo para que sea atendido. "No busca responsabilidades por el golpe, pero sí saber a qué hospital podemos llevar a nuestro hijo", concluye la madre de Saúl V.C.