En abril de 2016 se incautaba en Tui uno de los mayores alijos de heroína que se han aprehendido en Galicia: 56 kilos en un Porsche Cayenne. De hecho, a esas alturas del año era el golpe más importante al tráfico de esta droga perpetrado en toda Europa. Y la causa ya está próxima a juicio. La Audiencia Provincial de Pontevedra acaba de confirmar el auto del Juzgado de Instrucción 2 de Porriño por el que se declara el procesamiento de los siete investigados en esta causa en la que se desarticuló una red turco-albanesa dedicada a la introducción y distribución en España de este estupefaciente. El supuesto líder del grupo, el albanés Nikolin J., tenía como presuntos "delegados comerciales" en España a Rinush G. y Sokol R. Junto a ellos, están procesados cuatro gallegos, entre ellos el vecino de Porriño Castor Manuel G.G. y su esposa, que supuestamente se iban a encargar de distribuir la heroína en la provincia de Pontevedra y el norte de Portugal.
El auto de la juez instructora ratificado por la Audiencia señala que, practicada la investigación judicial, los hechos constituyen un delito de tráfico de drogas -de notoria importancia y cometido en el seno de organización criminal- que atribuye a los siete procesados. A mayores, aprecia otro de blanqueo de capitales en el que supuestamente incurrió el matrimonio de Porriño y otro de falsedad en documento oficial, en este caso de Rinush G. Una de las personas que sigue en prisión provisional es Castor Manuel G.G. El juzgado decretó su libertad provisional previo pago de una fianza de un millón de euros, cantidad que hasta el momento no fue entregada. Fuentes de la defensa de este investigado -que sobre los delitos que se investigan subrayan que los indicios que hay contra los gallegos procesados son "meras sospechas"- afirman que la fianza impuesta es "inasumible" para su cliente. En este sentido, volverán a recurrir para instar una reducción de la cantidad.
El germen de esta causa se encuentra en las reuniones detectadas entre Castor y Nikolin en Málaga y en Baiona en mayo y agosto de 2015. Fue ahí cuando la Policía Nacional comenzó a realizar vigilancias al vecino de Porriño, constatándose, según el auto de procesamiento, que viajaba al menos una vez al mes en Barcelona, casi siempre en su coche y reservando hoteles a nombre de su esposa. La juez estima que se acreditaron al menos cinco viajes. En las pesquisas resultó clave la instalación por parte de los agentes de un dispositivo GPS en el vehículo Jaguar que usaba Castor, lo que permitió hacer los seguimientos. En los hoteles se detectaron varias reuniones de éste con el albanés que estaba al frente de la red y con uno de sus presuntos lugartenientes, Sokol, que reconoció que el vecino de Porriño le entregó "petates" con dinero.
Fue otro de los miembros de la organización albanesa, Rinush, el que viajó en el Porsche Cayenne a Essen (Alemania) para ir a por el alijo de 56 kilos, que presumiblemente llegó allí procedente de Turquía. De vuelta a España se dirigió con la droga a Tui, supuestamente para entregársela a Castor y su esposa, quedando en un punto de encuentro en las proximidades de un hotel. El plan sin embargo se torció. El operativo policial desplegado derivó en la incautación de la droga y en las detenciones.
