El narco cambadés Laureano Oubiña Piñeiro eligió el programa de Ana Rosa Quintana para pedir "perdón" por los errores cometidos en su vida por traficar con hachís y tabaco, actividades de las que se siente "arrepentido" y asegura que de volver a nacer no lo repetiría.

Oubiña, que cumple su última condena por blanqueo de capitales, utilizó "El programa de Ana Rosa" para exponer su deseo de morir fuera de España una vez que cancele su "ultimo minuto de condena".

En la entreveista aprovechó la oportunidad para cuestionar la decisión de prorrogar su estancia en prisión "solo"porque "me llamo Laureano Oubiña Piñeiro" por lo que se siente discriminado frente a políticos y otros delincuentes que obtienen el tercer grado de forma inmediata al cumplir los dos tercios de la pena.

El arousano, que cumplirá en breve 71 años subraya que pasó más de 21 años en prisión, casi un tercio de su vida, y que por ello ha perdido la ocasión de disfrutar incluso de su propia familia. "A mi último nieto lo vi cuando tenía cuatro, cinco o seis meses porque me lo trajeron una vez a prisión y ya no he vuelto a tener contacto con él cuando ya cumplió tres años", asegura.

Paso por 13 prisiones

Es a su familia, a su actual pareja, al parecer de nacionalidad italiana, y a los médicos a quienes dedica ahora su "escaso tiempo libre" fuera de la cárcel madrileña de Alcalá Meco, cuando disfruta de alguno de los permisos penitenciarios que le corresponden. Y en este sentido recuerda que ha recorrido doce prisiones con su primera condena por narcotráfico y que ahora lleva casi tres años en la de Alcalá, por lo que sería la décimotercera.

Apeló a una posible puesta en libertar o concesión del tercer grado a su situación de salud e incluso hizo alusiones a la máxima de que "los días que me resten por vivir" fuera de prisión "serán fuera de España". Eso sí, subrayó que si tuviera oportunidad de vivir de nuevo "cambiaría muchas cosas de mi vida, incluso el tráfico de hachís", cargamento por el que fue condenado en la Operación Nécora.