Los equipos de rescate desplegados en el hotel sepultado el miércoles por un alud en el centro de Italia continúan con la búsqueda sin descanso de 23 personas aún desaparecidas, tras recuperar a nueve con vida de entre las ruinas.

En condiciones extremas por el frío y el terreno inestable, cerca de 200 operarios intentaban ayer repetir el "milagro" del viernes, cuando lograron sacar de entre los escombros a cinco personas, cuatro de ellas niños.

En la madrugada de ayer, los bomberos anunciaron el rescate de otras cuatro personas atrapadas en el interior del hotel. Los supervivientes son once en total, incluidos los dos hombres que salieron de la nieve en un primer momento y dieron la voz de alarma.

Los rescatados, tres mujeres, dos hombres y cuatro niños, fueron hospitalizados en Pescara y, según explicó el director médico Rossano di Luzio, todos ellos se encontraban en buen estado y solo un adulto tuvo que ser operado del brazo.

La delegación del Gobierno en Pescara confirmó ayer que la lista de personas desaparecidas asciende a 23 aunque "no es definitiva y puede variar".

Los servicios de salvamento también recuperaron cinco cadáveres. Se trata de tres hombres y dos mujeres que fueron localizadas en la madrugada de ayer. Los únicos identificados son Gabriele D'Angelo y Alessandro Giancaterino, que trabajaban como camareros en el hotel.

A medida que pasa el tiempo las esperanzas de vida disminuyen pero los operarios continuaba ayer afanándose en rastrear cualquier ruido o señal proveniente del interior del hotel Rigopiano de Farindola, sepultado el miércoles por toneladas de nieve, rocas y otros materiales.

Les ayudan perros adiestrados y utilizan sondas especiales y un instrumento de la Policía Científica que permite captar la localización de los móviles de las víctimas. Su empleo facilitó a los equipos de rescate conocer el punto exacto donde excavar y, de este modo, se logró salvar a un superviviente y encontrar tres cadáveres.