Carlos A. M. A. cayó detenido en una redada policial contra el destilado ilegal de alcohol y la Policía Nacional, pese a que ya sospechaba de que algunos de los implicados podían dedicarse al tráfico ilegal de armas, se llevó una sorpresa mayor de la esperada. El ourensano guardaba en su casa todo un arsenal que incluía piezas de guerra cuya tenencia está prohibida para los particulares.

El acusado se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de Ourense el jueves para responder por semejante arsenal. La Fiscalía solicita una condena de 8 años de prisión por un delito de depósito de armas de guerra. La petición de pena incluye otra propuesta: que el encausado pierda el derecho a la tenencia y porte de armas durante 11 años.

Sobre el acusado pesan antecedentes penales a efectos de reincidencia, puesto que ya fue condenado por un delito de tenencia ilícita de armas.