El juicio contra un traumatólogo acusado de la amputación de la pierna de la joven gimnasta del club vigués Flic Flac, Desirée Vila, arrancó esta mañana en la sala del Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo. La joven ha afirmado durante esta vista:"Yo no podía mover los dedos, no tenía nada de sensibilidad pero nadie hacía nada para remediarlo".

"Me dijeron en la ambulancia que era una lesión bastante grave y que, al llegar al hospital, los médicos ya verían esta situación", ha apuntado la joven. "Cuando me trasladaron de El Castro a Povisa, el médico que me atendió en El Castro me dijo que desde Povisa me iban a decir que habían hecho un mal trabajo, pero que no me preocupara", añadió.

A continuación, expuso: "Cuando llegué a Povisa, el doctor que me atendió, el doctor Lores, me dijo solo con tocarme los pies, ya antes de cualquier intervención, que la situación era muy grave, incluso me tuvieron que sedar para que me tranquilizase". "Solo en Povisa me abrieron los ojos y me dijeron las cosas como eran", zanjó.

En los juzgados también ha resumido cómo es su vida actual: "Ahora con las prótesis estoy mucho mejor que con las muletas, pero nada comparado con la vida que tenía antes, con mis dos piernas".

Asimismo, la madre de Desirée Vila afirmó durante su intervención en la sala que en el tiempo que la joven estuvo ingresada en El Castro bajo la atención del acusado "siempre tenía la pierna azul, morada y muy fría". Así, explicó: "Se lo comentábamos al médico y nos decía que era normal, producto de la inflamación".

La progenitora de Vila asegura que, a raíz de la imputación, la niña tuvo que acudir a un psicólogo para calmar la situación. "Ella vivía por y para el deporte, decía que así no quería vivir así", indica. Y tras ello agregó que "el mediatismo de este caso hizo que tuviera que irse a Inglaterra porque la gente la señala como la amputada", sentencia la madre.

La defensa de la parte denunciada alegó en su exposición de cuestiones previas la nulidad de las actuaciones en este procedimiento al considerar que existió "indefensión" y reiteró la ausencia de una acusación particular ejercida por la principal afectada en el caso, personada en este caso por sus padres. La Fiscalía sostiene, por su parte, que en el momento de los hechos la joven "carecía de capacidad legal para su personamiento" en el caso.

En la jornada de hoy están declararando los afectados y el acusado principales mientras que en las jornadas próximas será el turno de los peritos. Otro médico del caso será citado para su toma de declaración.

El Ministerio público solicita para el especialista dos años de prisión y cuatro de inhabilitación por un delito de lesiones y una indemnización a la joven de algo más de 2,8 millones de euros por las secuelas.

El traumatólogo acusado asegura que durante su intervención en el ingreso y tratamiento de Desirée Vila en el centro El Castro "nunca vimos ningún signo de isquemia (falta de sangre) en la pierna". "Tenía pulso, color normal y piel normal, incluso tenía sensibilidad en el pie. No sospechamos ninguna lesión arterial", reconoció el médico Pedro Larrauri a preguntas del fiscal, y afirmó que no fue hasta pasadas más de 48 horas de la lesión de la joven que empezó a tener leves sospechas de una posible lesión vascular que nunca respondería a un isquemia.

"Le realicé las pruebas basándome en sus datos clínicos. Tras la primera operación, la volvimos a bajar al quirófano para cerrar la herida de la rodilla tras la intervención. Aquí, viendo que el pulso y la circulación que marcaba el pulsioximetro bajaba y luego subía, empecé a sospechar de una lesión arterial, que no isquemia, así que solicité el angiotac", apunta el traumatologo. Tras esta prueba se demuestra que la joven tiene una "interrupción abrupta de la arteria popítlea, pero que hay abundante circulación colateral y sangre en el pie".

Pedro Larrauri declaró que a raíz de esta situación se puso en contacto con un cirujano vascular para tratar a Desirée en A Coruña, sin embargo, la joven fue trasladada a Povisa, donde fue operada por el doctor Lores. "La intervención de este médico fue lo que provocó la amputacion de la pierna de Desirée. No se le operó bien el baipás y se obstruyó a circulación colateral que dejó sin sangre a la pierna", argumento Larrauri, quien ha añadido que este médico "para justificar que la operación le salió mal, dijo que la situación de isquemia era irreversible". "Nunca imaginé que se podría llegar a esta situación, me causó un gran entristecimiento", apostilló el traumatólogo.

Acusaciones entre médicos

Por su parte, el doctor Lores, de Povisa, quien atendió a la chica después del traslado desde El Castro, también declaró en la sesión de hoy. El acusado había recriminado a éste de que operó mal a la joven y que por esa razón perdió la pierna. Pero Lores, cirujano vascular que atendió a Desirée tras su traslado desde El Castro, observó al inspeccionar y palpar el pie de la joven que la situación era "crítica".

"Llevaba más de 72 horas de isquemia por culpa de una obstrucción en la arteria popítlea y ésta tenía que haber sido diagnosticada minutos después de la lesión", afirma Lores. También indicó que cuando el acusado, el doctor Pedro Larrauri, le comentó la situación en la que se encontraba la paciente "ya sabía que la pierna estaba perdida". Tras ello, concretó: "Le hice hasta tres baipás, pero no fue imposible salvarla; la isquemia era severa".