Una viguesa de 20 años fue detenida ayer por agentes de la Policía Nacional acusada de un delito contra el honor. La joven colgó en la sección de contactos de una página web de compraventa el número de teléfono de la actual novia de su expareja en señal de venganza, según informaron fuentes consultadas por este diario.

La arrestada 'ofrecía' los servicios sexuales de la otra mujer, quien recibió múltiples llamadas a raíz de la colocación del anuncio. En el mismo también aparecían varias fotografías que, por el momento, no ha trascendido si se correspondían con las de la víctima o fueron seleccionadas al azar.

La víctima denunció el caso en la Comisaría de Vigo el pasado 12 de diciembre. Tras ello, los agentes a cargo de la investigación solicitaron al juzgado una orden para recabar los datos de la compañía de Internet y dar con la IP y señal desde la que fue subido el anuncio a la red. Tras varios días de trabajo y espera, los agentes dieron con este número identificativo y, por lo tanto con la dueña del ordenador al que está identificado. Al contrastar el resultado con la mujer afectada, ésta se dio cuenta de que se trataba de la exnovia de su actual pareja. Fuentes policiales sospechan que la venganza estuvo detrás de este suceso, ya que no constaba ningún problema ni denuncia previa entre ellas ni tampoco entre la detenida y la expareja. Ambos carecían de antecedentes penales.

La mujer creó el anuncio y lo colgó en la red desde su propio ordenador de su casa. Al ser interrogada por los agentes, ésta decidió confesar los hechos y fue detenida por la Policía Nacional. Tras una comparecencia en sede policial se decretó su puesta en libertad, según informaron las fuentes consultadas.

A la joven viguesa se le imputa una delito contra el honor, tipificado por el Título XI del actual Código Penal cuyas penas pueden oscilar entre los seis meses a dos años o multa de seis a doce meses en el caso de las calumnias y multa de seis a catorce meses en le caso de las injurias.

Este hecho no es aislado. Así lo han corroborado desde los tribunales vigueses, donde fuentes judiciales aseguran que se trata de una práctica no poco común que puede responder a motivos de venganza o extorsión. Además de esta práctica también señalan que cada vez es más habitual encontrarse con otros casos de chantajes sexuales denominados: "sextorsión" o la amenaza de publicar fotos y vídeos de contenido de sexual en las redes sociales de la persona en cuestión si no se le abona la cantidad que pide. En este caso se incurría en un delito contra la integridad moral de la persona afectada, castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años.