Los agentes al cargo de la desaparición de Diana Quer habrían abierto una nueva línea de investigación que apuntaría a una venganza contra la familia, según señalan algunos medios digitales. Por todo ello, la Guardia Civil estaría centrada en "peinar" los negocios y operaciones empresariales del padre de la joven, Juan Carlos Quer.

Transcurridos más de cuatro meses desde aquel 22 de agosto en que se le perdió la pista a Diana en A Pobra do Caramiñal, pocos avances ha habido. El laborioso análisis de los miles de teléfonos que aquella madrugada se conectaron a las mismas antenas que el terminal de la joven señaló a 10 personas, que resultaron no tener ninguna relación con el caso.