Los investigadores a cargo del crimen de la joven ingeniera Ana Enjamio siguen a la espera de recibir la ruta del teléfono móvil que siguió el principal sospechoso de su asesinato. Con estos datos, los agentes podrían situarlo en la escena del crimen e incluso saber qué hizo con el arma homicida y el teléfono de la joven, que continúan desaparecidos.