Una mujer grabó una agresión machista durante la tarde del día de Navidad en un establecimiento comercial del barrio coruñés de Monte Alto. La testigo alertó a la Policía Local sobre las 17.45 horas, cuando observó a un hombre propinándole patadas y tirándole del pelo a una mujer en el interior del negocio. La vecina de la zona que llamó al 092 pensó que se trataba de un atraco y tomó imágenes de la paliza con su teléfono móvil. Los funcionarios se desplazaron de inmediato al lugar de los hechos y se entrevistaron con la víctima, quien les manifestó que no se trataba de un asalto. Así, les contó que el hombre que le había pegado era su pareja sentimental y que no era la primera vez que la agredía.

La Policía Local informó ayer de que la afectada, que carecía de lesiones visibles, rehusó ser trasladada a un centro médico. Los agentes le informaron de los trámites que debe seguir para denunciar a su pareja. El hombre que no huyó de la zona, fue interceptado por los agentes del 092, quienes procedieron a su detención como sospechoso de cometer un delito de violencia de género.

Desde enero de 2016 hasta el mes de noviembre, se tramitaron en la ciudad herculina 360 denuncias por violencia machista, más de una cada día, según los datos de la Junta Local de Seguridad que se celebró el pasado 21 de diciembre en María Pita. Los días previos a la Nochebuena, también se registró un nuevo caso de violencia de género.

El pasado viernes, la Policía Local arrestó a un hombre de 30 años por acosar a su expareja. Un agente del 092 de paisano dio el aviso a sus compañeros al observar que el sospechoso, subido a una bicicleta, intimidaba a una conductora que estaba parada en un semáforo del paseo marítimo. El detenido llegó a chocar con su bicicleta contra el turismo y consiguió introducir la mano por la ventanilla, apagar el coche y romper la llave de contacto. La víctima indicó a los funcionarios que el agresor era su excompañero sentimental. La mujer aseguró que durante el tiempo que duró la relación la había maltratado psicológicamente con insultos y controles de llamadas.