Un avión ruso con 92 personas a bordo que se dirigía a Siria se estrelló en la mañana de ayer en aguas del mar Negro, a los pocos minutos de despegar del aeropuerto de Sochi (al sur de Rusia). Desde un primer momento, se descartó la presencia de supervivientes. En la aeronave viajaban En la aeronave, perteneciente al Ministerio de Defensa ruso, viajaban militares, ocho tripulantes, nueve periodistas y 64 integrantes del coro y conjunto de danza Alexándrov, que iban animar la celebración del Año Nuevo en la base aérea siria de Jmeimim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra. Entre los pasajeros se hallaba también la presidenta de la fundación "Ayuda Justa", la doctora Elizaveta Glinka, una conocida filántropa rusa que acompañaba una carga humanitaria destinada a un hospital sirio.

El avión, con capacidad para hasta 180 pasajeros, procedía de Moscú y había hecho escala para repostar combustible en el aeropuerto de Sochi, desde donde despegó a las 05.20 hora local.Tan solo siete minutos después, el aparato se precipitó al mar sin que sus tripulantes hubiesen dado aviso a la torre de control de alguna emergencia o desperfecto a bordo.Numerosos barcos, helicópteros y drones participan en las labores de búsqueda, que se llevaron a cabo en un área de 10 kilómetros cuadrados frente la costa de Sochi.

Según el Ministerio de Defensa, hacia las 14.00 hora local habían sido recuperados tan solo los cuerpos de once de los ocupantes del avión. De momento, las autoridades no han adelantado versiones sobre las posible causas del accidente, aunque especialistas se inclinan por la hipótesis de que se produjo por un desperfecto técnico. La posibilidad de un atentado terrorista está prácticamente descartada.

Tal y como informó un miembro del servicio de emergencias ruso a un canal de su país, la mayoría de los cuerpos de las víctimas mortales del accidente estarían dentro del avión, concretamente en el fuselaje, que permanece sumergido a unos 60 metros de profundidad. Los restos del avión han sido encontrados a 1,5 kilómetros de la costa. El Ministerio ruso de Defensa, según remitieron en un comunicado, envió a 109 buzos para explorar sin descanso la zona marítima.