"Le supliqué varias veces que no me pegara más, que me dejara marchar porque tengo una niña pequeña", declaró la víctima de una supuesta violación, cometida en las galerías comerciales de la Rúa do Sol de Marín en la madrugada del 31 de mayo de 2014. Por el contrario, el acusado, B.M., aseguró que aquella noche mantuvo dos relaciones sexuales consentidas con la demandante, una primera en un bar cercano y la segunda en las citadas galerías. "Echamos dos polvos", fueron sus palabras.

Mientras que la víctima afirmó en el juicio celebrado ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra que nunca había visto antes al acusado, este aseguró que eran amigos desde mucho tiempo antes y que, de hecho, habían mantenido relaciones sexuales en varias ocasiones, siempre consentidas.

También los testigos que aquella noche coincidieron con ambos en varios locales de copas de la villa, ofrecieron versiones contradictorias. Unos aseguraron que no estaban juntos, mientras que otro afirmó que jugó contra ellos como pareja de futbolín.