"Creí que estaba haciendo algo legal, solo quería comprobar si era posible frenar el dolor de mi mujer y mis hijas que sufren varias dolencias". Al borde del llanto durante su intervención, un acusado al que agentes de la policía intervinieron hasta 136 plantas de marihuana en un almacén de Vigo reiteró que el cultivo solo respondía a fines terapéuticos. El fiscal solicita para él la pena de dos años de prisión y una multa de 18.000 euros al "exceder la cantidad mínima que se considera como autoconsumo".

El acusado, que aseguró padecer depresión y estar medicado a raíz de una operación de espalda, alquiló la nave a finales del mes de mayo de este año. Allí comenzó con la plantación de la droga "para ayudar a mi familia". "Mi mujer sufrió cáncer y lleva tres años con un tratamiento hormonal que le provoca graves efectos secundarios como migraña y cansancio, mi hija mayor tiene 18 puntos de fibromialgia y ansiedad, mientras que la pequeña fue operada recientemente de la espalda y sufre importantes dolores, por eso pensé en la idea de la marihuana", argumentó el padre de familia durante su juicio celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo.

El acusado aseguró que nunca tuvo la intención de "vender ni comercializar con la marihuana" y afirmó que era "la primera vez que hacía algo parecido". La nave, sita en calle Aragón, fue alquilada a finales de mayo de este año, para lo que fue necesario empeñar varias monedas antiguas que el acusado poseía. "Tuve que vender por Ebay varias pertenencias por las que obtuve 3.000 euros para comprar las lamparas, los fertilizantes y todo. Yo no sé como funciona esto. No fue la mejor idea pero sí la única que se me ocurrió", lamentaba el investigado, quien aseguró que la intención de la familia no era fumar la droga, sino vaporizarla.

En total salvaguardaba 136 plantas en poco más de 4 metros cuadrados del total del recinto. Para su defensa, esto demuestra que las intenciones del acusado con la sustancia no era más que destinarla al autoconsumo "de él y de su familia". La letrada argumentó además que durante los registros no se encontraron ni balanzas ni pesas que den pié a "un intento de comercialización con la droga" .

Otra de las impugnaciones que quiso llevar a cabo la defensa es la existencia de plantas de marihuana macho, que en palabras de la letrada "no producen THC", que es la principal sustancia psicoactiva que se encuentra en la planta. La perito que entró por videoconferencia aseguró que esta sustancia se encuentra tanto en los esquejes "macho como hembra", a lo que el fiscal señaló que "las plantas de cannabis están fiscalizadas, igualmente sean macho o hembra". Según se expuso durante la vista el peso de las plantas era de dos kilos, cuyo precio en el mercado podría alcanzar los 9.000 euros.

El acusado aseguraba que creía "estar amparado" en una ley de seguridad ciudadana que despenaliza el cultivo de estas sustancias "en interior".