Macrooperación contra la distribución de pornografía infantil. La Policía Nacional arrestó a 56 sospechosos de distribuir a través de internet imágenes "de abusos de extrema gravedad a menores de muy corta edad". Entre ellos figuran dos gallegos: un vecino de Vigo y otro de A Coruña. Los agentes, por el momento, no han detectado que ninguno de los sospechosos abusase de los menores que aparecen en las imágenes. La mayoría de las víctimas son bebés y niños de hasta 9 años de origen asiático o sudamericano.

Si bien del vigués detenido no han trascendido datos, el vecino de A Coruña era un extrabajador de un centro educativo de la ciudad herculina. El varón trabajó de conserje e iba a ser juzgado ayer por la mañana por instalar una cámara en la zona de las duchas cuando trabajaba en el colegio Liceo y por almacenar contenidos pornográficos en su ordenador. Cuando fue arrestado en enero de 2015, por espiar a alumnas desnudas, le encontraron material pedófilo en su portátil. La Fiscalía solicita que por estos delitos -tres contra la intimidad y uno por posesión de pornografía infantil- sea condenado a cuatro años y medio de cárcel. El procesado, que tiene alrededor de 35 años, no se presentó ayer a la vista porque permanecía detenido en las dependencias policiales de Lonzas. La intención de los agentes es que hoy pase a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de A Coruña, donde será interrogado.

Jubilados o ingenieros

La mayoría de los 56 presuntos pedófilos arrestados en la operación tienen entre 40 y 60 años. Entre ellos hay jubilados, parados e ingenieros informáticos, según informó la Policía Nacional. Los agentes destacaron que muchos de los detenidos ya fueron arrestados con anterioridad por los mismos hechos.

La Policía Nacional destacó que la investigación, que comenzó hace año y medio y en la que participaron más de 150 agentes, constituye "uno de los operativos más importantes contra la distribución de material pedófilo en 2016, tanto por el número de detenidos como por el volumen de archivos pornográficos de menores compartidos".

El inspector jefe del grupo tercero de protección al menor de la Unidad de Investigaciones Tecnológicas, Luis García Pascual, insistió ayer en que, si bien no existe un perfil del pedófilo, en todas las operaciones que se desarrollan contra la pornografía infantil se cumplen una serie de patrones, como el hecho de que los detenidos son personas que pasan bastante tiempo en casa o que se vienen "abajo" y sienten "vergüenza" cuando son descubiertos.

Ignacio Cosidó, director general de la Policía Nacional, destaca la operación como una "importante demostración de que todo el que pueda tener la tentación de poseer y distribuir pornografía infantil tiene probabilidades muy altas de ser detectado". En esta marcrooperación, la más importante en lo que va de año contra la pedofilia, se han practicado 59 registros domiciliarios distribuidos por toda la geografía española e incautado 173 discos duros y más de 600 CD y DVD con varios gigas de fotografías y vídeos. Fue a principios de 2015 cuando los agentes comenzaron a rastrear una red P2P para identificar a usuarios que pudieran estar distribuyendo material pornográfico de menores en internet. Una vez monitorizada esta aplicación, los investigadores realizaron un análisis de la información generada y lograron identificar a 73 usuarios ubicados en España.

Según los responsables policiales, la comunidad pedófila va en aumento en internet, pero también crece el número de operaciones y de detenidos. Solo el pasado año, indicó Ignacio Cosidó, fueron arrestados 390 personas por delitos relacionados con la pornografía infantil en internet.