Un delito de asesinato en el que concurren la circunstancia agravante de alevosía y probablemente también la de ensañamiento. Ésta es la acusación que formulará la Fiscalía contra Diego Pedrido Abalde, el vigués de 32 años que mató a su expareja Divina Mendes Pereira da Silva, una ciudadana brasileña de 46 años que estaba afincada en Vigo y que residía en el piso de la calle López de Neira donde en septiembre del pasado año ocurrió el crimen. El representante del Ministerio Público comunicó la imputación al autor confeso -que lleva ya más de un año en prisión provisional- en una comparecencia celebrada en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de la urbe olívica. Este trámite supone el fin de la instrucción: una vez la magistrada dicte el preceptivo auto, se abrirá la fase de presentación de escritos de acusaciones y defensa antes de que la causa sea elevada a la Audiencia viguesa para el juicio, que será con jurado popular.

Además del fiscal, en el caso está personada la acusación particular en representación de los dos hijos de la víctima, así como dos acusaciones populares (Xunta y Estado). Todas coinciden en apreciar el delito de asesinato. La abogada de oficio de los hijos de Divina Mendes pedirá las dos agravantes que también plantea el Ministerio Público, lo que supone que la solicitud que formulará -el delito está penado con entre 15 y 25 años de cárcel- superará los 20 años. Mientras, la defensa demandó el sobreseimiento al estimar que su cliente es inimputable ya que, sostiene, cometió el crimen tras perder el control afectado por un trastorno mental transitorio. La versión de esta parte es que agresor y víctima seguían siendo pareja y que él estaba sometido a una fuerte presión ya que ella le amenazaba, insultaba y pedía dinero.

En la comparecencia de ayer se pidieron nuevas pruebas periciales -una para aclarar la existencia del ensañamiento- y más testificales, pero la juez instructora las rechazó.