El hombre que presuntamente agredió a su padre el viernes por la mañana en la parroquia de Beluso pasó ayer por la mañana a disposición judicial, donde también estaba citado su padre, de 60 años de edad. Tras prestar declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Marín el acusado, M.I.O., quedó en libertad provisional, pero con una orden de alejamiento sobre su progenitor. Esta medida cautelar le impide acercarse a menos de 100 metros de la víctima, según confirmaron ayer fuentes del entorno de la familia.

Estas fuentes valoraron ayer positivamente la decisión de la titular del juzgado, aunque reclamaban medidas más duras. "Por lo menos dictó una orden de protección, aunque debía ser de más distancia. Lo que pasó el viernes fue un aviso, pudo pasar una auténtica desgracia", aseguran.

Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del viernes en una vivienda familiar situada en el lugar de Curraces, en Beluso. La víctima de la paliza tuvo que ser atendida en el servicio de urgencias del centro de salud de Bueu y a continuación fue trasladada en ambulancia al hospital de Montecelo, donde se le diagnosticó una doble fractura en la nariz a consecuencia de los golpes recibidos.