"Estoy esperando al cuarto integrante de la familia", "querría imaginar la escena, tu llegando a matar", "maté primero a la mujer. Y después a la mayor, de tres años. Luego al enano de un año. Pensé que me daría asco, pero soy un enfermo". Estos fueron solo alguno de los mensajes que el autor confeso de la familia de Pioz, Patrick Nogueira y su presunto cómplice brasileño Marvis Henriques Correia se intercambiaron durante la matanza de la familia.

El homicida relata que usó guantes para no dejar huellas y su amigo le aconseja entonces salir de la casa por la puerta principal intentando pasar inadvertido. En un momento del diálogo el interlocutor lo anima a prepararse para la llegada de la cuarta víctima. "Concéntrate. No falles. Buena suerte", le dice. Según el comisario de la Policía Federal en Paraíba, las conversaciones indican que, pese a la distancia, el amigo de Nogueira "colaboró" con el crimen y "auxilió mentalmente" al homicida.