Una persecución a gran velocidad ha sorprendido esta noche a los conductores que circulaban por el centro de Vigo y también la AP-9 en dirección a Redondela, protagonizada por un conductor ebrio que huyó de forma temeraria alcanzando velocidades de hasta 160 kilómetros por hora. En su fuga el piloto rompió las barreras del peaje de la autopista en Redondela y finalmente consiguió dejar atrás a los agentes, que optaron por aminorar la velocidad ante el riesgo existente tanto para ellos como para otros ususarios de la vía. De todos modos, al filo de la medianoche el vehículo, una Renault Kangoo, ya había sido identificado y se había hablado con el padre del conductor al que se buscaba.

El suceso se originó en la céntrica calle Areal en torno a las 20.30 horas, ante el edificio que acoge una bolera en su bajo comercial.La furgoneta del conductor estaba aparcada en doble fila, motivo por el que acudió al lugar una patrulla de la Policía Local. Una vez allí los agentes observaron que el joven abandonaba la bolera con evidentes síntomas de estar bajo los efectos del alcohol. Debido a su estado los efectivos le advirtieron de que no podía ponerse al volante y que se iba a proceder a inmovilizar el vehículo.

En ese momento salió una chica del mencionado establecimiento, conocida por el conductor, a la que los policías identificaron para que ella se hiciese cargo del vehículo. Cuando los policías realizaban esta diligencia, el chico se sentó en el asiento de ocupante del coche pero, de repente, se cambió al del piloto y se dio a la fuga a toda velocidad, dando bandazos y saltándose semáforos en pleno centro de Vigo. A continuación, entró en la autopista AP-9, siendo perseguido en todo momento por los agentes municipales. El coche siguió avanzando de forma temeraria y a gran velocidad.

El conductor abandonó la autopista en la salida de Redondela, llevándose por delante la barrera del peaje. Al observar que aún le persiguen, en la rotonda de Rande da la vuelta y se mete de nuevo en la autopista pero en dirección a Vigo. Otra vez rompe la valla y llega a alcanzar velocidades de 160 kilómetros por hora. En la bifurcación, coge el ramal hacia el aeropuerto y Puxeiros.

Bandazos y riesgo para usuarios de la autopista

En ese punto, la Policía Local, ante los bandazos que seguía dando el coche, incluso contra las motos de los agentes, decidió disminuir la velocidad por el riesgo que la carrera alocada del conductor a la fuga suponía tanto para ellos mismos como para otros usuarios de la vía. Ante esa circunstancia, el joven logró escapar.

De todos modos, las investigaciones realizadas por la Policía Local han permitido identificar el vehículo y localizar al padre del conductor. A esta hora de la noche se trabaja en la búsqueda del joven para proceder a su detención. La Policía de Vigo, cuando el joven se introdujo en la AP-9, también dio aviso a la Guardia Civil.