Dos ciudadanos argelinos fueron condenados ayer por el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense por delito de robo con fuerza continuado en casa habitada. Ambos formaban parte de una banda organizada especializada en asaltar viviendas de residentes chinos por toda España y de la que todavía se busca a otros dos integrantes. La utilización por parte de los asaltantes de uno de los teléfonos móviles robados los delató. A raíz de las denuncias formuladas por ciudadanos chinos, los investigadores comprobaron que la localización del dispositivo coincidía siempre con la localidad donde eran los robos. La policía se valió también de escuchas telefónicas y finalmente pudo constatar que había uno o dos asaltos cada mes y que los autores abandonaban el municipio tras cometer el delito.

Como admitieron ayer los acusados, la banda elegía a sus víctimas y las vigilaban para determinar el mejor momento para acceder a sus domicilios. Se les imputan 24 robos registrados entre abril de 2008 y diciembre de 2009 en 14 localidades de toda España, entre ellas Ourense En este caso, ocurrido en mayo de 2008, la policía constató que el domicilio del perjudicado aparecía en el navegador del vehículo utilizado para viajar a Ourense. En el resto de Galicia actuaron también en Lugo y Santiago, y fuera de la comunidad en Avilés, Oviedo, Gijón, Burgos, Aranda del Duero, Burgos, Barcelona, Granada, Castellón, y Calatayud. Además de joyas, equipos informáticos y electrónicos o ropa, lograron dinero en efectivo. No en todos los casos está cuantificado, pero en los que los afectados aportaron una cantidad suman 80.000 euros. Fuentes de la investigación señalan que robaban en viviendas de ciudadanos chinos con la creencia de que estos supuestamente acostumbran a tener dinero y objetos de valor en casa.

El juzgado había reservado esta semana para el juicio. Además de los 4 acusados, para quien el fiscal pedía inicialmente 5 años de cárcel, había citadas 48 personas, entre víctimas de los robos e investigadores. Pero el macrojuicio se resolvió con una conformidad. Dijilali Bouazza y Chaeur Boumediene, argelinos, se beneficiaron de una reducción de pena. Los otros imputados, el iraquí Habibo Gharnati y el argelino Omar Moussi, están en paradero desconocido y se dictó orden de búsqueda.

Dijilali Bouzza fue condenado a un año y diez meses de prisión con la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas. La juez aceptó la suspensión de la ejecución de la condena e impuso trabajos en beneficio de la comunidad durante un año. Chaeur Boumediene, sin antecedentes y en situación irregular en España, fue condenado a año y medio de prisión. También se le suspende a cambio de su expulsión del territorio nacional por 5 años.