La Guardia Civil ha encontrado a primera hora de la tarde de hoy el cadáver decapitado de un segundo bisonte de la reserva de Valdeserrillas en una zona próxima al lugar donde fue hallado el cuerpo sin vida de Sauron, el bisonte líder de la manada, el viernes de la semana pasada. Se trata de uno de los tres bisontes que permanecían desaparecidos desde la semana pasada. Muy cerca del cuerpo han sido hallados, vivos, los otros dos animales que faltaban.

Todo apunta a que en este segundo caso emplearon la misma herramienta para cortarle la cabeza: un hacha. Tal como ha publicado hoy en en exclusiva el diario de Prensa Ibérica 'Levante-EMV', los autores del ataque a los bisontes de Valdeserrillas utilizaron un hacha en el caso de Sauron, a quien decapitaron "burdamente", según se desprende de la investigación que está llevando a cabo el equipo del Seprona de Chelva.

El modo en que se produjo la decapitación descarta que quien lo mató buscase hacerse con su cabeza a modo de trofeo, ya fuese para un aficionado a la caza mayor o para un coleccionista, lo que cierra el círculo de sospechosos. Aún así, los investigadores no se atreven a descartar por completo que el objetivo fuese solamente la cornamenta.

De momento, no hay una única línea de investigación, si bien, entre las hipótesis más probables, se sitúa la de una posible venganza contra la reserva, pero no es la principal teoría que maneja el Seprona.

La Guardia Civil está convencida de que la sustancia que había en la bola de goma hallada junto al comedero de los bisontes contenía un tóxico, aunque el principio activo aún se desconoce porque los resultados de los análisis del producto y de las muestras tomadas a las vísceras del animal todavía no han llegado.

Lo que sí está claro es que ninguno de los cinco machos que quedan en la reserva tiene síntoma alguno de envenenamiento, según fuentes próximas a la investigación.