Tras el brutal accidente ocurrido a primera hora de la mañana del domingo en la localidad pontevedresa de Gondomar, que se saldó con cinco jóvenes de entre 24 y 30 años de edad heridos, la Guardia Civil de Tráfico ha iniciado sus pesquisas para determinar las causas y circunstancias de este siniestro. Y con las primeras indagaciones realizadas, este cuerpo atribuye al conductor del Mercedes AMG, uno de los chicos que todavía permanece hospitalizados, la presunta autoría de un delito contra la seguridad vial, situación que le será notificada una vez mejore su estado de salud. Dos cuestiones resultan claves, según pudo saber este periódico, para que se aprecie este ilícito. Por un lado, el resultado positivo en alcohol que arrojó el conductor del turismo en el que viajaban todos los lesionados al superar el límite máximo de 0'25 miligramos por litro de aire espirado - concretamente el resultado fue de 0,36 miligramos-. Y por otro, el hecho de que, según las primeras apreciaciones, existió un evidente exceso de velocidad en un vial cuyo máximo permitido es 50 kilómetros por hora.
El siniestro ocurría pasadas las siete de la mañana del domingo en la carretera PO-340, a la altura de la parroquia de Mañufe. El vehículo se salió de la vía, impactó violentamente contra unas rocas y continuó dando bandazos y sin control durante aproximadamente 300 metros, sufriendo más impactos, hasta finalmente detenerse a la altura de una gasolinera. El motor del coche salió despedido y la batería también apareció tirada en el asfalto. De los cinco heridos, dos de los chicos ya recibieron el alta, pero tres continúan hospitalizados: una joven y su novio -este último seguía ayer en estado crítico- y el propio conductor.
Proceso
El accidente de circulación dará lugar a un procedimiento de delito contra la seguridad vial. El joven que iba al volante del coche dio 0,36 en el control de alcoholemia, superior al límite de 0,25. Aunque la tasa no llega al 0,60 a partir del cual se considera ilícito penal, en este caso concurre además una velocidad inadecuada, constituyéndose presuntamente ambas circunstancias como causas del siniestro, por lo que se atribuye el citado delito. Una vez mejore el chico -resultó con heridas graves y tuvo que ser excarcelado- se le notificará dicha situación. Por el momento, el atestado todavía no ha llegado al Juzgado de Instrucción 8 de Vigo -la sala que se encontraba de guardia el día de la colisión-, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
En cuanto a la velocidad, las primeras apreciaciones realizadas apuntan a que el coche circulaba por encima de lo permitido. Las pesquisas proseguirán para fijar a cuánto iba aproximadamente el turismo cuando se produjo el siniestro, algo que se averiguará teniendo en cuenta determinadas circunstancias como las medidas de la frenada del coche, el rozamiento o la deformación, entre otras.
Según la joven María Teresa Otero, herida en el siniestro, ella, su novio y dos amigos más coincidieron esa noche con el conductor y subieron en su coche porque, señaló, pensaban "que no había bebido". Según su relato, cuando el piloto empezó a acelerar, le dijeron que parase. La chica perdió la consciencia con el primer impacto. Después despertó y salió del vehículo, pero se cayó. Ella y los otros cuatro ocupantes del automóvil fueron trasladados al hospital.
