"Me sujetaron y me metieron en el portal, me dijeron que me callara y no gritara. Me arrancaron la riñonera y un jersey y los tiraron al suelo. Me rodearon entre todos y uno de ellos me cogió de la cara y me obligó a hacerle una felación. No recuerdo cuántos me obligaron a hacerles una felación, ni cuántos me penetraron. Ya no veía quién me hacía cada cosa", declaró ante la Policía y el Juzgado la joven madrileña presuntamente violada en las fiestas de San Fermín por un grupo de cinco jóvenes sevillanos, que habrían grabado la agresión sexual y se habrían jactado de su "hazaña" en las redes sociales.

La joven admitió en su declaración que había estado hablando diez o quince minutos con uno de los chicos y que le había dado un beso en la boca. Fue en ese momento cuando se produjo la agresión. Según su relato, los sevillanos, que están en prisión, introdujeron a la joven en un portal y mientras uno vigilaba los otros cuatro comenzaron a violarla. La joven aseguró que uno de ellos dijo: "Venga, quillo, que ahora me toca a mí".

Ocho personas declararon ayer como testigos ante el juez. Se trata de la pareja que atendió a la joven tras el suceso, la persona que encontró el teléfono de la víctima, tres policías municipales, la vecina del inmueble en el que sucedieron los hechos y una joven a petición de una defensa.