El titular del Juzgado de Instrucción 3 de Cangas, David Pérez Laya, retoma mañana la toma de declaraciones a los testigos protegidos, de la Operación Vida , donde constan como investigados el autodenominado príncipe de los gitanos gallegos, Sinaí Giménez y sus padres Olegario Giménez y Flora Jiménez, así como sus hermanos, Juan Paulo, Saúl y Marino por presunto delito de extorsión. Los hermanos están en prisión provisional en cárceles de Galicia y Asturias. La declaraciones de los testigos las prestan desde un lugar desconocido, a través de videoconferencia y con la voz distorsionada, para no ser identificados. Está previsto que presten mañana declaración dos y que el jueves lo hagan otros dos. A finales de mes Flora Jiménez comparecerá por la reyerta entre clanes del 16 de octubre en Cangas.
En contra de lo que mantenía el clan gitano de los "morones", el registro domiciliario del 11 de abril de 2016 en casa de los detenidos sí fue provechoso. Sorprende sobre todo lo hallado en el domicilio de Juan Paulo Giménez. Allí la Policía Judicial encontró una escopeta tipo carabina, un equipo informático, chaleco antibalas, más de 1.000 euros, proyectiles del calibre 9 milímetros parabellum, un cargador de pistola y 72 cartuchos calibre 22, varios del calibre 32, cartuchos de escopeta calibre 12, una sobaquera para pistola, un cuchillo tipo catana, tarjetas telefónicas, una pistola marca Llama y dos cargadores municionados.
En casa de los patriarcas Olegario Giménez y Flora Jiménez se halló munición del 6,35 marca Browning, unos 18.000 euros en metálico y gran cantidad de joyas de oro escondidas en un hueco oculto cuya apertura se accionaba con un mando a distancia camuflado en la mesita de noche de la habitación de Olegario.
Más incautaciones
En el domicilio de Sinaí Giménez los agentes de la Policía Judicial encontraron una caja llena de sistemas de seguridad de prendas de ropa, un detector de radar, gran número teléfonos móviles, básculas de precisión, llaves de vehículos pertenecientes a un Renault Space y un Hummer, prendas de ropa provistas de todas ellas de sistema de seguridad, material informático y otros vehículos.
En el registro llevado a cabo en la casa de Saúl Giménez se hallaron dos escopetas de perdigones, joyas variadas, casi 800 euros en efectivo, tres recipientes y una bolsa plástica que contenía marihuana, diversas armas blancas tipo navaja y machete, varios teléfonos móviles, ordenadores portátiles y más material informático y de telefonía, así como documentación variada, perteneciente a cobros en metálico y una caja fuerte cerrada.
