"Es un caso complicado". Con estas palabras el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, definía ayer una desaparición, la de la joven madrileña de 18 años Diana Quer, repleta de incógnitas y cuyas circunstancias siguen rodeadas de misterio. Desde la madrugada del 22 de agosto, cuando se la vio por última vez, no hay pistas sobre el paradero de esta chica que desapareció en A Pobra do Caramiñal, su localidad de veraneo. Con el foco mediático de las últimas jornadas en la tensa relación entre los padres de la joven -evidenciada públicamente tras la retirada cautelar de la custodia de su hija pequeña Valeria a la madre a favor de su exmarido-, el mutismo oficial sobre el devenir de las indagaciones de la Guardia Civil para dar con Diana continúa siendo absoluto. Pero ayer trascendía que la Guardia Civil realizó nuevos registros en la vivienda de A Pobra y en la residencia habitual de Pozuelo de Alarcón (Madrid), según publica El Mundo, en los que se ha llevado objetos personales de la desaparecida para analizarlos y buscar pistas que permitan tirar del hilo en este confuso caso. La agenda personal de la chica, su ordenador o un cepillo de dientes para el caso de que haya que realizar pruebas de ADN son algunos de los enseres en manos de los agentes, que también se habría llevado, según Antena 3, unos medicamentos.

Hoy se cumplen 13 días sin noticias de Diana. Son ya casi prácticamente dos semanas. Las batidas realizadas la mañana del jueves y la de ayer resultaron infructuosas y por el momento permanecerán suspendidas. En la segunda jornada la búsqueda se centró en la zona montañosa de A Curota y el grupo estuvo formado por medio centenar de personas, entre voluntarios y efectivos de Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil, que es el cuerpo que dirigió y dio las pautas en estos rastreos. No se encontró nada que arroje luz sobre el paradero de Diana. Únicamente apareció una mochila, pero pronto se descartó que tuviese vinculación con el caso.

Sin novedades

El delegado del Gobierno confirmaba en declaraciones a los periodistas tras la celebración del Día de la Unidad de la Fuerza Logística Operativa (FLO) que, sin resultados en estas batidas, por el momento no hay "ninguna novedad" en el caso. Tras apelar al secreto de sumario impuesto por el Juzgado de Instrucción 1 de Ribeira, el que lleva el asunto, sí precisó que se están "extendiendo" las investigaciones, en el sentido de que, como ya se desveló hace unos días, se están realizando interrogatorios no sólo en Galicia, sino también en Madrid, donde reside la chica. Los agentes indagan en el círculo más cercano de familiares y amigos de Diana por si hallan algunas pistas.

Sobre lo que no se pronunció Villanueva -que espera que el caso se resuelva "de forma positiva" y que insistió en la importancia de la colaboración "de los vecinos" en el sentido de que no duden en comunicar cualquier dato que les pueda parecer relevante- es en si la madre de la desaparecida, Diana López-Pinal, ha sido citada para declarar próximamente ante la Guardia Civil. El abogado de la mujer, Pedro Víctor de Bernardo Riaza, señalaba ayer tarde que su cliente no había recibido ninguna citación de la Benemérita. "Lo que sí puedo decir es que desde el momento de la desaparición [de Diana] su madre ha estado colaborando constantemente con los agentes", señaló el letrado, que tiene su despacho en Majadahonda (Madrid).

Tras conocerse que el Juzgado de Instrucción número 2 de Ribeira -distinto al que lleva la desaparición- decretó de oficio retirar cautelarmente a Diana López-Pinel la custodia de su hija pequeña Valeria, la menor se ha trasladado a Madrid, mientras que la madre continúa en A Pobra. El jueves su exmarido y padre de la joven, Juan Carlos Quer, manifestaba públicamente que esta medida llegaba "muy tarde" y que sus dos hijas "no estaban bien" con su progenitora. "La situación por la que atravesaban las niñas era límite; yo sólo recibía de ellas llamadas de socorro; Diana estaba en un momento especialmente vulnerable", aseguró.

Unas palabras que evidencian la tensa situación por la que pasaba la familia a raíz del divorcio y que, según se desprende de ellas, habría hecho mella en las hijas de la pareja. Y unas palabras que han indignado al círculo cercano a la madre de Diana. Una amiga dijo que la mujer está "destrozada". "En vez de unirles el dolor, él [Juan Carlos Quer] se aprovecha para hundirla más [a su exmujer]", dijo esta mujer en Telecinco, calificando de incierto lo relatado por el hombre. "Diana tenía una complicidad preciosa con su madre; a ella y a su hermana les gusta estar con ella", añadió, lamentando que las manifestaciones del hombre "distorsionen" un caso en el que lo más importante, dijo, es encontrar a Diana.