Las batidas voluntarias en búsqueda de Diana Quer han salido esta mañana, por segunda jornada consecutiva, a peinar los montes de la Serra do Barbanza en busca que cualquier pista sobre la joven. Se mantiene el mismo procedimiento seguido ayer: una treintena de voluntarios repartidos en pequeños grupos alrededor de cinco personas en compañía de un agente de la Guardia Civil.

Las labores se centraron hoy en O Curro das Cañizadas, en el Monte de A Curota. En torno a un centenar de personas, entre ciudadanos, efectivos de Protección Civil de varias localidades, agentes de la Benemérita y de la Policía Local, toman parte el despliegue iniciado ayer.

Para una correcta organización, tal y como detallan responsables de la organización, el terreno se divide en varios espacios para evitar que posibles pruebas se contaminen y supervisar cada rincón. Existen unas normas básicas como la prohibición de llevar teléfonos móviles que puedan captar pruebas. La forma de actuar es igual a la del primer día: "van tres vecinos por grupo, un miembro de Protección Civil y Guardia Civil; todos circulan en línea y si alguien detecta algo, se hacen señales y el resto del grupo se paraliza". El agente de la Guardia Civil debe determinar si la prueba es fiable o no y, en caso contrario, prosiguen con la búsqueda.

En estos momentos, los grupos de rastreo tratan de localizar "cualquier cosa, desde una pinza de pelo a una barra de labios, una pila, un móvil, cualquier indicio que nos pueda decir que Diana Quer estuvo aquí". Desde Protección Civil reconocen que se trata de uno de los dispositivos más grandes que han organizado en las inmediaciones de A Curota.