El cadáver de una mujer de origen chileno cuya desaparición se denunció hace dos meses fue hallado emparedado en un cuarto de contadores de un edificio de Torrevieja, localidad alicantina donde fue detenido su pareja, que confesó haber cometido el crimen. De la instancia se desprendían fuertes olores. Al acceder al cuarto de contadores, los agentes vieron que había una "especie de sarcófago, algo construido" en la pared y, al derribarlo, encontraron el cadáver de la mujer.