Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han desarticulado un grupo criminal dedicado a la producción y distribución de pornografía infantil, que utilizaba en las grabaciones a menores que se encontraban en situación de riesgo marginal en Barcelona, Tortosa (Tarragona), Valencia y Marruecos.

La investigación ha permitido constatar la existencia de 80 víctimas menores de edad, de las que 29 ya han sido identificadas. Siete personas fueron detenidas en Cataluña, Valencia y Bilbao por estos delitos.

Para desinhibir a los menores se les hacía ver pornografía y les daban alcohol y estupefacientes para fotografiarlos y grabarlos. La Unidad Central de Delitos Informáticos encontró más de un millón de fotografías y vídeos y mil DVD que vendían a través de internet.