Las autoridades italianas confirmaron ayer que 23 personas fallecieron en el choque frontal entre dos trenes que circulaban por la misma vía en Apulia (sur del país) e investigan si un error humano pudo ser el responsable del desastre. El balance de personas heridas es elevado y no se descarta que el número de víctimas mortales aumente.

El suceso ocurrió cuando dos convoyes circulaban a entre los 100 y los 110 kilómetros por hora en un trayecto en ligera curva, lo que al parecer impidió a los maquinistas siquiera comenzar a frenar al no poder divisarse a tiempo. El ministro italiano de Infraestructuras y Transportes, Graziano Delrio, explicó ante la Cámara de los Diputados en Roma que se creó una comisión de investigación para dirimir eventuales responsabilidades.

Delrio reconoció ante los diputados que el tramo de 37 kilómetros de vía única donde se produjo la tragedia tiene un sistema de comunicación telefónica entre las estaciones que, básicamente, sirve para impedir que haya más de un convoy circulando por la misma vía en sentido opuesto y al mismo tiempo. "Lamentablemente un sistema como ese, de consentimiento telefónico, que deja completamente al ser humano la posibilidad de una intervención, está considerado hoy de manera mayoritaria como de riesgo", admitió durante su intervención.