La instrucción judicial por el crimen del cura de Vilanova dos Infantes (Celanova), Adolfo Enríquez, sigue adelante por ahora. Atendiendo la solicitud de la Fiscalía, la juez de Primera Instancia e Instrucción de Celanova, Olalla Para, ha declarado el caso de especial complejidad, acordando la ampliación del plazo de indagaciones hasta un máximo de 18 meses. Durante nueve, la Guardia Civil investigó en secreto hasta practicar la detención de los dos máximos sospechosos, dos familiares croatas, Elvir Fehratovic, de 37 años, y su sobrino Arsen, de 30. Pero la falta de pruebas contundentes obligó a su puesta en libertad provisional. Las diligencias están abiertas de momento. Quedan informes pendientes e incógnitas sin resolver, como el paradero de la Virxe do Cristal, la imagen del siglo XVII desaparecida en el robo en el que el párroco, de 77 años, fue asesinado.

Han pasado semanas desde que el juzgado remitió oficios a la sede central de la compañía Facebook, en Menlo Park (California, Estados Unidos), en un intento de los investigadores por conocer las conversaciones de interés para los hechos que los investigados pudieron mantener en el sitio web de esa red social. También se pidió informe al servicio de mensajería WhatsApp.

Los dos investigados llevan seis meses en libertad provisional, obligados a comparecer periódicamente ante la Policía o en un juzgado. La defensa, ejercida por el letrado Eduardo Mazaira, quiere que se decrete el sobreseimiento. A su entender no hay indicios suficientes para mantener el caso contra sus dos clientes, quienes, dice, han sufrido perjuicio personal y en su entorno al ser asociados al crimen.

La Policía Judicial de Ourense, apoyada por la UCO central, cree que los detenidos fueron los autores, unos de los mendigos que acudían a la rectoral de Vilanova dos Infantes a pedir limosna a Adolfo Enríquez, cuya generosidad fue destacada por todos los vecinos.

El día de los hechos, el 9 de marzo de 2015, los sospechosos fueron vistos en Vilanova y presuntamente regresaron esa noche para robar. Adolfo Enríquez falleció a golpes. Los dos croatas se acogieron a su derecho a declarar al ser arrestados por la Policía Judicial de la Guardia Civil. Sí habían respondido preguntas cuando aún mantenían la calidad de testigos. Arsen reconoció que fue a la rectoral y que la víctima le dio 60 euros, pero sostuvo que la noche del crimen estuvieron en Ourense.

En un escrito fechado a 13 de junio de 2016, la Fiscalía solicitó a la juez que ampliara el plazo de investigación "como mecanismo para asegurar la correcta averiguación y esclarecimiento de los hechos investigados: robo con violencia y asesinato". El fiscal se basó en que "nos encontramos ante un delito cuya investigación está siendo especialmente compleja, por la forma en que se ha producido y por la necesidad de la práctica de múltiples periciales". Y en que está pendiente la práctica de periciales y petición de documentación.