Iba al volante de un vehículo deportivo de un conocido pese a que sólo tenía permiso de conducir de ciclomotores y a que estaba bajo los efectos de alcohol, cocaína y hachís. Y huyó a gran velocidad y de forma temeraria de la Policía Local por numerosas calles del centro de Vigo, logrando en un primer momento esquivar a las dotaciones, aunque dos horas después fue localizado, ya en otro vehículo, en la carretera de Valladares. El caso de este conductor estaba en la agenda de señalamientos de ayer del Juzgado de lo Penal número 2 de la urbe olívica, pero ya no fue preciso celebrar el juicio. Tras un acuerdo entre fiscal y defensa, el hombre aceptó una condena de seis meses de prisión y de un año y un día de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores.

Ocurrió a las 23.55 horas del 23 de octubre de 2015, cuando R.V.C. conducía un Toyota Paseo por la calle Camelias tras haber consumido alcohol y drogas. Tras rebasar un semáforo en rojo, una patrulla de la Policía Local le hizo señales con las luces para que se detuviera. Pero lejos de parar, el conductor emprendió una fuga a gran velocidad que lo llevó por las calles Regueiro, Barcelona, Gran Vía, Carmen, Bajada a la Iglesia, Bajada al Pontillón, Arquitecto Palacios y Subida a Costa, donde los agentes lo perdieron de vista. En este trayecto saltó más semáforos en rojo, condujo en zigzag y llegó a circular 25 metros en sentido prohibido.

Tras ir al domicilio del titular del Toyota Paseo, éste dijo a los agentes que había dejado su vehículo a un conocido para que lo probase. Y un testigo relató que había visto al acusado aparcando el Toyota y marchándose en un Volkswagen Golf. Efectivamente, a las dos de la madrugada otra patrulla lo vio conduciendo este último turismo por Valladares. El piloto dio 0,31 en el control de alcoholemia y positivo a cocaína y hachís en la prueba de detección de drogas.