La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a un total de 12 años de prisión y al pago de una indemnización a un vecino de Sada declarado culpable de agredir a su esposa y a sus suegros y, posteriormente, tratar de quemar la casa en la que se habían refugiado. La sentencia, que ha hecho pública este miércoles el TSXG, condena al hombre por un delito de malos tratos de género, dos delitos de lesiones, incendio en grado de tentativa y atentado a la autoridad. No obstante, lo absuelve de los delitos de asesinato intentado, incendio consumado y amenazas, imputados por las acusaciones particulares.

La sentencia considera probado que la noche del 31 de marzo de 2014, el condenado agredió a su esposa después de iniciar una discusión, momento en el que los padres de ella acudieron en su ayuda y fueron también agredidos por el hombre que, supuestamente, llegó a atacarlos también con un cuchillo.

En un descuido del hombre, las víctimas se refugiaron en la casa de un vecino, que el condenado intentó quemar con "dos garrafas de gasóleo que vació en el porche de la casa" pero que no llegaron a causar daños dado que el vecino le propinó un "fuerte empujón" que provocó que cayera al suelo y escapase hacia su domicilio.

En ese momento, tras ser requeridos por los vecinos, se personaron en el lugar agentes de la Policía Local de Sada a los que el hombre intentó agredir con una barra de hierro antes de intentar explotar el garaje en el que se encontraba con dos bombonas de butano y varias garrafas de gasóleo.

Penas

La Audiencia condena a José Manuel L.S. a 10 meses de prisión por un delito de maltrato de género, así como a dos años y seis meses de cárcel por un delito de lesiones cualificadas. A mayores, deberá cumplir otro año y medio por otro delito de lesiones, cuatro años por incendio en grado de tentativa y tres años y dos meses por atentado a agentes de la autoridad.

El tribunal contempla para el condenado la agravante de parentesco y la atenuante de estado pasional, al tiempo que establece medidas de alejamiento de sus víctimas. Finalmente, el condenado indemnizará a los propietarios de la vivienda afectada con 5.000 euros por desperfectos y a la compañía aseguradora con 2.410 euros.

No obstante, la Sala no considera probado el asesinato en grado de tentativa, dado que no detecta "daños físicos inmotivados o crueles" en las víctimas que apunten a alevosía ni cree que los hechos tuviesen como objetivo "causar la muerte".