"Cada vez que lo recuerdo aún tiemblo y se me pone la piel de gallina". Manuel B.F., vecino de Panxón (Nigrán), es uno de los testigos del atropello múltiple causado por un conductor octogenario en A Guarda en el que falleció un cliclista y otros siete resultaron con lesiones graves. Este hombre también circulaba en bicicleta esa mañana del 12 de marzo por la PO-552, pero en el sentido contrario por el que iba al pelotón. Lo que vio, recordaba ayer emocionado y todavía muy afectado en los juzgados de Vigo a donde acudió a declarar como testigo, fue "dantesco". Un "estruendo" lo alertó y después observó "piezas de bicicleta y personas volar por el aire". "Creí que iba a ser peor; me dije 'ahí no se levanta nadie", relata. Una de las cosas que más le "sorprendió" fue la forma de proceder del conductor. "Tras el siniestro lo detuvimos a voces, paró el coche, vino normal y dijo '¿qué pasa? sólo le di a uno' Le contesté 'señor, acaba de arrollar a un pelotón entero' pero él arrancó el vehículo", rememora. "Pensé que me iba a encontrar a una persona arrepentida o en shock, pero no fue así", afirma.

Aunque la causa la lleva el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Tui, Manuel, como otros testigos, declaró por exhorto en Vigo, en su caso en Instrucción 6. En este tribunal relató lo que vio el día del siniestro y se ratificó en el testimonio que prestó ante la Guardia Civil de Tráfico. Él circulaba en bici por el arcén de la carretera que iba desde A Guarda a Baiona. Por la otra dirección iba el pelotón de deportistas. "Estaría a unos 200 o 300 metros y me alertó el estruendo; escuché ruido de metales, golpes...; se hizo una nube de polvo y saltaron por el aire piezas de bicicletas, al menos dos ciclistas...", contó ayer. El conductor causante del arrollamiento quedó detenido "unos segundos". "Pero en vez de parar y auxiliar arrancó; fue dantesco, porque el coche salió botando por encima al menos de piezas que quedaron por el suelo... ", señala.

Tras el siniestro, hizo señas con la mano a vehículos que pasaban y recuerda que se detuvo una pareja. "A voces detuvimos al conductor", describe. "Creí que del vehículo iba a bajar una persona que le había dado algo o que estaba arrepentida y en shock, pero no. Me sorprendió porque venía normal y dijo: '¿qué pasa? sólo le di a uno'", agrega. Tras esto, dice, el octogenario arrancó y se fue: "Cogí la bici y fui tras él, pero ya no lo alcancé, y con los nervios no me dio tiempo a tomar los datos de la matrícula". "¿Cómo se le puede dar el carné a una persona así?", añadió a su exposición. El conductor circuló hasta un bar cercano, donde confesó que había arrollado a unos ciclistas y pidió auxilio.

Manuel fue una de las personas que hizo llamadas a los servicios de emergencia. "Cuando volví a donde estaban los heridos había un silencio total; después empezaron a levantarse los que estaban ilesos y se empezaron a escuchar gritos, voces...", dice, agregando que las ambulancias tardaron en llegar.

Aficionado a la bicicleta, este vecino de Nigrán afirma que desde que presenció ese accidente ha salido "casi nada" con ellas. En sus manifestaciones a los periodistas también se refirió al polémico carril bici que hay en la carretera donde se registró el atropello. "Desde que hicieron eso, esa vía es tremendamente peligrosa, por los topes que le pusieron; con delimitar con una línea normal ya era suficiente", lamenta este hombre.

Ayer, en los juzgados de Vigo, no pudo evitar emocionarse al recordar lo ocurrido el 12 de marzo. "Vi cosas graves en la carretera, pero nada como eso; aquello ya no me pareció un accidente; ahora sólo quiero olvidar", concluyó.