En junio de 2004, la ourensana Julia Dos Ramos, su marido Salvador Barrio y el hijo pequeño de ambos, Álvaro, aparecieron muertos con múltiples heridas por arma blanca en el domicilio de Burgos donde residían. Solo hubo un superviviente: el hermano mayor, Rodrigo Barrio, que tenía 16 años y supuestamente se encontraba en su internado de Aranda del Duero. El joven fue detenido tres años después en Ourense, aunque en 2010 la justicia archivó la causa por falta de pruebas.

Años después apareció en el foco Ángel Ruiz Pérez, quien ya había sido detenido y condenado por realizar pintadas insultantes contra el padre en el panteón. Fue investigado pero la causa contra él también fue archivada el pasado diciembre sin haberlo llamado a declarar. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Burgos ha reactivado ahora la instrucción, ordenando al juzgado que lo interrogue.

El individuo se encuentra actualmente en prisión después de ser condenado, en 2014, a 18 años de cárcel por el atropello intencionado de una vecina octogenaria.

Según adelantaba ayer el Diario de Burgos, se habrían encontrado nuevos indicios que vinculan a Ruiz con el asesinato de la familia. La clave son las coincidencias halladas entre un cuchillo propiedad del sospechoso y las heridas que presentaban el matrimonio y su hijo.

Los forenses han analizado tres armas blancas incautadas a Ruiz y, una de ellas, un cuchillo bicortante, "permite explicar la mayor parte de las lesiones que presentaban los tres cadáveres", que presentaba cerca de 100 puñaladas.

Ruiz tendrá que declarar en calidad de imputado, previsiblemente, en diciembre. En su día, ya había sido uno de los sospechosos del triple crimen dada la mala relación que tenía con el padre, que era alcalde pedáneo de La Parte de Bureba.

De hecho, fue el responsable de las pintadas insultantes que aparecieron días después del entierro en el panteón familiar.

Durante sus investigaciones, la Guardia Civil también descubrió que Ruiz tenía en su poder la llave del despacho de Salvador Barrio.

Además, el sospechoso estuvo imputado en 2013 por la desaparición y posible homicidio de un ciudadano búlgaro que, según la investigación, le debía unos 10.000 euros Pero la causa también se archivó por falta de pruebas.