Trece niños y un adulto murieron al volcar dos botes en un lago de Karelia, región del noroeste de Rusia, supuestamente a causa del mal tiempo en la zona. El siniestro ocurrió el sábado y otras once personas, casi todas menores, lograron salvar su vida. Una adolescente logró llegar a nado a la orilla. El accidente se produjo en el lago Siámozero. Los dos botes realizaban una excursión turística de la que sus organizadores no informaron al servicio de socorro, pese a que había sido cursado un aviso de mal tiempo. Los menores era moscovitas y se hallaban de vacaciones en un campamento de verano.