Pablo Costa, el deportista que cerraba el pelotón de ciclistas arrollado por un conductor octogenario en Oia, declaró hoy como testigo ante el Juzgado de Instrucción 7 de Vigo. Visiblemente afectado, a su salida manifestó que su prioridad ahora es que sus compañeros que resultaron heridos -uno de ellos falleció en el accidente- se recuperen. "Quiero pasar página y que la gente se ponga bien", manifestó tras relatar en la sala su versión del accidente. "Ya conté lo que pasó allí, no quiero acordarme... Los heridos van saliendo, eso es lo más importante", dijo.

Además de la declaración en Vigo del ciclista, en el juzgado de Tui, que lleva las diligencias, estaban citados un policía local y el camarero del bar al que acudió el conductor investigado en la causa tras el siniestro. El primero en declarar fue el agente, que optó por no realizar declaraciones a su salida. Por su parte, el propietario del restaurante de A Guarda, Manuel Alberto Franco, confirmó que el octogenario llegó a su local tras el atropello y que estaba muy afectado. "Llegó muy nervioso y pidiendo auxilio", matizó. Ante la situación, Franco decidió llamar a la policía y, minutos más tarde, llegaron al restaurante los agentes. "Sucedió todo muy rápido", apostilló.

La causa judicial por el siniestro ocurrido el pasado marzo en Oia cuando un conductor octogenario arrolló a un grupo de ciclistas, uno de los cuales falleció y otros siete resultaron heridos, coge hoy un nuevo impulso con la declaración de testigos. Además de la declaración en Vigo del ciclista Pablo Costa, en el juzgado de Tui, que lleva las diligencias, están citados un policía local y el camarero del bar al que acudió el conductor investigado en la causa tras el siniestro.

El agente de la Policía Local salió del juzgado sobre la una de la tarde y no quiso realizar declaraciones.