La Audiencia de Las Palmas ha condenado a 16 años de cárcel por asesinato a la joven viguesa que en junio de 2013 mató de una puñalada en el corazón a su pareja en Arinaga (Gran Canaria) en vista de que éste ya "no colmaba sus pretensiones económicas ni sus apetencias sexuales". El magistrado Pedro Herrera rebajó entre tres y cuatro años la privación de libertad de la procesada, respecto a la petición de la fiscal y la acusación particular.

El jurado popular, que emitió veredicto de cupabilidad, declaró probado que Arantxa Amoedo, una joven viguesa de 26 años que se daba "aires de grandeza y no ocultaba su deseo de vivir cómodamente", mató a su novio Jordi Barón, un hombre catalán veinte años mayor que ella, cuando los problemas económicos por los que atravesaban ya no le permitían financiarle "el alto tren de vida que llevaban".

Luego, envolvió el cadáver en plásticos y lo escondió durante tres semanas en el garaje del chalet de playa de Arinaga, donde siguió viviendo y manteniendo encuentros con otras parejas ocasionales, hasta que el 13 de julio de 2013 confesó a la Guardia Civil el crimen.

Precisamente por esa confesión, que se produjo cuando aún no se había iniciado investigación alguna, la Audiencia concede a Arantxa el beneficio de una atenuante de colaboración con la Justicia y reduce a 16 años las condenas de 19 y 20 años que demandaban, respectivamente, la Fiscalía y la familia de la víctima, casi el mínimo que establece la ley para asesinatos, entre 15 y 20. La defensa estudia si recurre el fallo.