Un hombre de 79 años apareció muerto ayer en el interior de un pozo de unos 3 metros de profundidad en el municipio ourensano de Punxín. El suceso se conoció minutos después del mediodía. En el primer parte del suceso, el 112 comunicó que "todo apunta a que la víctima cayó de forma accidental". Para, la Guardia Civil, la situación familiar del hombre y el hecho de que se quitara las zapatillas antes le hacen descartar esa vía, aunque faltan pesquisas, incluida la autopsia.