El jurado popular ha declarado culpable por unanimidad a la mujer juzgada por acabar con la vida de su bebé en un hotel de Santiago el 31 de agosto de 2015. Han considerado probado, también por unanimidad, que la acusada puso a la víctima "sobre la cama y presionó con los dedos su zona cervical, hasta provocarle la asfixia y su muerte". Por mayoría de seis (tres miembros lo consideraron no probado) han entendido que la acusada "presenta un trastorno mental severo, consistente en esquizofrenia paranoide, enfermedad que por la sintomatología psicótica y afectiva aguda que presentaba en la fecha de los hechos anulaba su capacidad de querer y entender lo que hacía".

Los miembros del jurado han acordado por unanimidad que no se le debe conceder la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad, ni proponer al Gobierno el indulto, ni parcial ni total. La Fiscalía ha solicitado a la vista del veredicto que se le imponga la medida de internamiento en un centro psiquiátrico durante 25 años, mientras que la defensa ha solicitado que se le imponga una libertad vigilada con control del tratamiento.

La declaración

"Yo tengo una enfermedad que me lo quitó todo, a mi niña que era lo que más amaba, a mi marido, y ahora me va a quitar veinticinco años de mi vida", lamentó ayer entre sollozos la mujer que mató a su bebé de seis meses durante un brote de esquizofrenia paranoide en un hotel de Santiago de Compostela.

Marisol Fabiola Raue Ortega pidió clemencia ayer al jurado en su turno de última palabra en la sesión final del juicio que celebra la Audiencia por el asesinato de la niña: "No permitan que mi enfermedad me quite 25 años de mi vida". Momentos antes los forenses habían descartado que la mujer pueda fingir su enfermedad y sostienen que padece "ideación delirante de origen religioso". La Fiscalía sostiene que se trata de un asesinato con la agravante de parentesco, pero aplica la eximente completa de trastorno mental por lo que pide su ingreso en un centro psiquiátrico penitenciario durante 25 años.