El mismo día que el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Cangas levantó el secreto del sumario de la Operación Vida, la Audiencia de Pontevedra ha desestimado los cuatro recursos presentados contra el auto de este juez instructor que envió a la cárcel al patriarca gitano del clan de los Morones, Olegario Giménez, y a sus hijos Sinaí, Juan Paulo y Saúl. El primero está en arresto domiciliario, mientras que los hermanos Giménez fueron enviados a distintas cárceles de Galicia y Asturias: Sinaí, considerado el cabecilla de la presunta trama de extorsión en mercadillos desarticulada, está en el centro penitenciario asturiano de Villabona, Saúl se encuentra en la cárcel lucense de Monterroso y Juan Paulo fue trasladado al penal coruñés de Teixeiro. Están clasificados como presos de especial seguimiento. El cuarto hermano, Marino, está en A Lama y su letrado también recurrió el auto de prisión, aunque su caso, por su arresto más tardío, aún no llegó a la Audiencia.

La Sección Segunda de la Audiencia pontevedresa mantiene todos los fundamentos expresados por el juez David Pérez Laya para encarcelar a los cuatro miembros de los Morones. El juez resume en el auto de prisión contra Marino Giménez -el único al que se ha tenido acceso- las causas que tiene contra el clan. Así, señala que los hermanos y el padre aparecen como investigados en una causa en la que se formulan delitos de extorsión, amenazas, organización criminal, blanqueo de dinero, delitos contra la Seguridad Social y estafa. Unos ilícitos que pueden sumar hasta 21 años de prisión.

En los autos de prisión el juez aprecia "la existencia de un riesgo objetivo de reiteración delictiva", ya que hay indicios que hacen pensar que esta actividad ilícita es reiterado. En el auto relativo a Marino Gímenez, el último en ser detenido, se señala que "además se evitará de esta forma que el investigado pueda actuar contra la vida o la integridad física de los denominados zamoranos, como así parece que venían haciendo los miembros de la organización a la que pertenecían de forma indiciaria".

El levantamiento del secreto de sumario fue notificado ayer a las partes personadas quince minutos antes de las tres de la tarde. La causa contra el clan de los Morones ya suma más de cinco tomos. La pasada semana declararon en el juzgado varios testigos protegidos en el marco del caso.