El bebé de cinco meses, que había sido trasladado el día anterior al complejo hospitalario de Jaén tras resultar gravemente herido en el incendio de su casa, murió finalmente ayer. De esta forma, se elevan a cinco las personas que perdieron la vida el sábado al arder una vivienda de dos plantas en Puente Tablas, una zona residencial situada a tan sólo cinco kilómetros de la capital. Todas ellas pertenecen a la misma familia: se tratan de un niño de cinco años, su padre de 36, la abuela materna de 78 y el abuelo paterno de 68, además del bebé. Las llamas también ocasionaron heridas a otras dos mujeres -madres de los dos pequeños fallecidos- y dos niñas, que continúan ingresadas en el hospital.

El alcalde de Jaén, Javier Márquez, ha decretado tres días de luto oficial con motivo de la tragedia, que tiene consternada a toda la ciudad. Se sospecha que la causa del siniestro fue al intentar encender la chimenea del salón con gasolina.

Ayer se celebró ante una multitud el funeral de las víctimas en la iglesia de San Félix y posteriormente su entierro en el cementerio de San Fernando. El regidor jienense lamentó "profundamente" el suceso y expresó "sus sinceros sentimientos de pesar a los familiares".

Por su parte, los vecinos aseguraron que la casa donde se desató el fuego está "maldita", pues en ella fue asesinada el 12 de octubre de 2006 la joven maestra sevillana Rocío Estepa. Además, "el dueño, que compró la vivienda después, falleció y el siguiente, también", dijeron.