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Juicio en la Audiencia Nacional contra una red gallego-colombiana

La descarga de las 3 toneladas de cocaína del 'Nikolay' se fraguó en un furancho de Arousa

Los 33 procesados afrontan penas que suman 327 años de cárcel y multas por 16.400 millones de euros -El buque fue abordado cerca de Cádiz cuando navegaba hacia Galicia

El mercante 'SV Nikolay' en Cádiz, donde se descargaron las 3 toneladas de coca intervenidas. // V. López

Uno de los mayores alijos marítimos incautados en los últimos años, los 3.000 kilos de cocaína intervenidos a bordo del mercante SV Nikolay, fletado por una organización gallego-colombiana a un grupo búlgaro, se fraguó en un furancho de Arousa. Concretamente en el "Furancho de Castrogudín" en Vilagarcía, donde se celebraron varias reuniones para organizar la descarga de la droga en las costas gallegas, según el sumario. En este establecimiento fue detenido uno de los lugartenientes de los colombianos tras la aprehensión del buque. Estaba alojado allí para controlar la llegada del alijo, según la acusación.

El juicio, con 32 procesados que se enfrentan a penas que suman 327 años de prisión y multas por importe de 16.450 millones de euros, se celebra a salto de mata. Desde el pasado 14 de marzo y hasta primeros de julio, en jornadas y semanas alternas, la Audiencia Nacional juzga el gran alijo del SV Nikolay, abordado a 50 millas de Cádiz cuando navegaba hacia Galicia en agosto de 2012.

Las tres toneladas de droga iban a ser descargadas en la costa gallega en una operación organizada por el clan colombiano de los Vélez Garzón, afincado en Madrid y Asturias, y un grupo gallego a cuyo frente la Fiscalía sitúa al antiguo jefe del puesto de la Guardia Civil de Corcubión, José Álvarez Otero, destinado en aquellas fechas en la localidad navarra de Estella. La descarga del gran alijo que transportaba una organización búlgara, a la que iban a abonar 180.000 euros, se haría con un pesquero que saldría del puerto de Muxía. Los búlgaros se encargarían después de la distribución de la droga en la Unión Europea.

La Fiscalía solicita las penas más altas para el cabecilla de la rama gallega, el sargento José Álvarez Otero que afronta 22 años y medio de prisión porque al delito de narcotráfico se suma otro por depósito ilegal de armas, y para el empresario colombiano afincado en Asturias Diego Alberto Vélez Garzón, a quien el Ministerio Público sitúa al frente del cártel colombiano en España por lo que solicita 15 años de cárcel. Ambos afrontan multas por importe de 1.800 millones en el caso del guardia civil y 1.700 millones en el caso del empresario. Luis Eduardo Vélez, procesado en la misma causa con su hermano y para quien se pedía la misma condena, falleció antes del juicio

La rama gallega en el banquillo se completa con Francisco José Lema y el histórico contrabandista vilagarciano Manuel Prado López, considerado principal contacto con los Vélez y buscado al ser detenido por fraude fiscal. Su familia es propietaria del furancho de Arousa donde se reunían gallegos, colombianos y búlgaros. Ambos se enfrentan a 10 años de prisión y multa de 450 millones, al igual que la veintena de tripulantes del SV Nikolay, todos ciudadanos búlgaros.

Por parte de la organización colombiana también figuran como procesados Jairo Cardona, considerado lugarteniente de los Vélez, y Adrián Antonio Cardona, que se enfrentan a 12 años de cárcel y 500 millones de multa cada uno; Luis Adriano Gaviria y la suegra del fallecido Eduardo Vélez que afrontan 10 años de prisión y 450 millones según el escrito fiscal.

Gallegos y colombianos también se reunieron en el pub Palacín de Cee, vinculado a la familia de José Álvarez. En el registro del domicilio del guardia civil en Corcubión se halló un auténtico arsenal de armas con varias pistolas, una carabina, una escopeta y hasta un fusil de asalto Cetme que constituye dotación armamentística de la Guardia Civil y no puede usarse a nivel particular como otras armas reglamentarias.

Una singladura errática desde Cabo Verde y las grúas preparadas para soltar fardos

  • El 4 de agosto de 2012 el mercante Burgas 3 estaba a pocas millas de Cabo Verde, en el Atlántico, con las 3 toneladas de cocaína que había cargado en Sudamérica a bordo. Para no ser detectado apagaba en ocasiones el Sistema de Identificación Automática y no transmitía su posición y si lo hacía era bajo el nombre de SV Nikolay Varna. Había cambiado su nombre y navegaba de manera irregular: paraba, se quedaba sin gobierno y emprendía rumbo hacia España.Pero su cautela no engañó a las fuerzas antidroga que seguían sus pasos. Un equipo de los GEO a bordo de la patrullera de la Armada Vigía apresó el mercante el 13 de agosto sobre las diez de la noche. Todo estaba listo para transbordar la droga: las grúas y las boyas preparadas para soltar los fardos. Si algo se torcía no dudarían en arrojar la droga por la borda, como ya había hecho el mayor de los hermanos Vélez con un alijo anterior.Compartimentos estancosUno de los tripulantes búlgaros del mercante se resistió al arresto y tuvo que ser reducido, según el escrito del Ministerio Público. Además, la tripulación búlgara mostró tanta pasividad que una dotación de la Armada se subió al SV Nikolay para llevarlo a puerto. Una vez en el puerto de Cádiz se encontró un compartimento estanco en la proa con 108 fardos y 6 boyas, cada fardo tenía 25 paquetes de cocaína de una pureza del 75,9% y un valor de 411 millones de euros en el mercado ilícito. También aparecieron 164 kilos de menor pureza (73%) con una valoración en 24,5 millones de euros.

El clan Vélez Garzón, aliado de los narcos gallegos desde hace más de veinte años

  • El clan colombiano de los hermanos Vélez Garzón lleva más de veinte años introduciendo grandes alijos de cocaína en España como aliado de narcos gallegos. Las fuerzas de seguridad situaban en el momento de su arresto a Diego y a Eduardo al frente de la principal organización colombiana en España desde que su hermano Jorge Isaac -que se inició en el negocio con el capo cambadés Sito Miñanco- fue condenado con seis grupos gallegos por el doble alijo de 8.000 kilos de cocaína de la denominada Operación Destello. La sorpresa saltó con Diego Vélez, que hasta su arresto en relación con el alijo del SV Nikolay carecía de antecedentes y está considerado un empresario solvente en Asturias; mientras que su hermano Luis Eduardo ya había sido condenado con anterioridad. Durante su declaración ante el tribunal Diego negó cualquier vinculación con el tráfico de drogas, si bien la Fiscalía sostiene que concertó "directamente" una cita con los búlgaros en Madrid.En esta ocasión el principal aliado de los colombianos, siempre según el fiscal, era el sargento de la Guardia Civil José Álvarez. De hecho estaba destinado como jefe de puesto de la localidad navarra de Estella, pero cogió una baja y se trasladó a Corcubión, donde todavía tiene una casa. Álvarez Otero estaba bajo sospecha de las fuerzas antidroga desde hace años, pero su obsesión por la seguridad le hacía un objetivo escurridizo que logró salir sin salpicaduras en operaciones anteriores. El fiscal sostiene que como jefe de la rama gallega era el encargado de preparar la infraestructura, personal y material necesario tara transbordar la droga a otra embarcación más pequeña en un punto náutico previamente acordado y cuyas coordenadas fueron localizadas en diversa documentación. Además, como sargento primero de la Guardia Civil en activo "aprovechándose de tal condición y valiéndose del hecho de haber estado destinado en la zona tenía capacidad para conocer los lugares de alijo en la costa gallega, como los movimientos y actividades de las fuerzas antidroga".

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