Cuando el 22 de mayo de 2015 la Guardia Civil detuvo a al veterano narcotraficante Florencio Groba Prego a las puertas del poblado de O Vao, a muchos en la Comandancia les resultó chocante ver que uno de los considerados "históricos" del tráfico de drogas en Galicia (fue condenado en el pasado al menos en cuatro ocasiones a penas que suman 37 años de cárcel) acabase detenido en persona a la puertas del asentamiento marginal, considerado el mayor supermercado de la droga de Galicia.

Al ser detenido, el narco, iba acompañado de Jorge F.R., un consumidor habitual y sin capacidad económica, que escondía entre su ropa 150 gramos de heroína valorados en 14.000 euros. El toxicómano exoneró ayer en el juicio a Groba, de 63 años de edad, que también negó ser suministrador de droga de los clanes de O Vao, aunque le llevó en coche al otro acusado hasta el lugar donde fueron arrestados.

Groba también negó que los 5.000 euros hallados en un congelador en su casa y numerosas joyas provinieran del narcotráfico, sino que eran de su mujer, a pesar de que eran de distintos tamaños de dedo: "Bueno, los dedos no son todos iguales", respondió al fiscal, que pide para él una pena de 6 años de prisión y 4 años para su compañero de banquillo.