Los helicópteros y el gran despliegue policial que tomó el poblado de O Cerdido en la localidad ourensana de Xinzo de Limia delató a Florente H.C. ante su familia política, que lo había acogido convencida de que acudía desde Asturias para ver al tío Luis, por entonces ingresado en el hospital de Verín y que hoy comparte con él banquillo en la Audiencia de Oviedo acusado de encubrimiento por el asesinato de Francisco Jiménez, "El Nano". En la tercera jornada del juicio los testigos y el hijo del tío Luis intentaron librarle de cualquier cargo.

"Éramos once, no teníamos sitio en nuestra casa", repitió el ourensano Matías, hijo de Luis G.C., que compareció como testigo en el juicio del crimen de Los Telares, que aconteció el 24 de julio de 2013. Entonces fue cuando Florente, según su propio testimonio, descargó su Smith & Wesson contra el "El Nano" por lo que el fiscal solicita 19 años de prisión, y huyó con su hermano Mariano, también procesado, a Galicia.

"Llegaron a casa, en Xinzo, pero acamparon en el recinto ferial que está a uno o dos kilómetros ", añadió Matías que señaló que los forasteros dormían en una furgoneta. "Al principio pensé que venían a ver a mi padre, que se había puesto malo y estaba ingresado en la residencia de Verín", añadió. Esta estancia en el hospital fue constatada mediante un certificado médico. "Cuando empecé a ver helicópteros sobrevolando el poblado y también una cámara les pedí explicaciones a mis primos. Los respeto como mis mayores: me lo explicaron y me pidieron que no se lo dijera a mi padre", concluyó.