Eduardo Vigo Domínguez, miembro de Resistencia Galega que cumple una condena de casi 14 años de prisión ya que fue sorprendido con tres bombas caseras preparadas para su explosión, compareció ayer como acusado en el Juzgado de lo Penal 1 de Vigo por unos hechos ocurridos el verano de 2010. Él y otro joven, Alexandre S.A., fueron sentenciados cada uno al pago de 300 euros en multas por la autoría de una falta de daños y otras tres de lesiones por saltar sobre un coche y agredir a los tres ocupantes del mismo.

En la actualidad en una prisión de fuera de Galicia, Eduardo Vigo fue trasladado a la de A Lama para acudir a este juicio por unos hechos que, según su abogado, carecen de "connotación política". Allegados y simpatizantes del joven acudieron al juzgado, donde, según se anuncia en la página Ceivar, se había convocado una concentración en "solidaridad" con este independentista radical. Los hechos que se resolvieron ayer con una conformidad ocurrieron la madrugada del 10 de julio de 2010, cuando Eduardo, Alexandre y un tercer individuo no identificado rodearon un Renault Clío parado en un semáforo de la intersección de Urzáiz con Hernán Cortés. Saltaron sobre el mismo, causando abolladuras en el capó y otros daños. Al bajar del vehículo el conductor y los otros dos ocupantes para recriminar su actitud, los ya condenados huyeron, pero cuando los perjudicados alcanzaron a una joven que iba con ellos, volvieron y los golpearon, causándoles policontusiones. Deberán pagar 1.129 euros en indemnizaciones.

La condena de Eduardo Vigo a 13 años y 9 meses de prisión, por unos hechos de 2011, fue la primera por terrorismo dictada contra Resistencia Galega.