La causa abierta contra él por delito de asesinato en grado de tentativa, por intentar supuestamente matar a su joven esposa en la habitación de un hotel de Vigo con una maza de cantero, no es el primer encontronazo con la Justicia que tiene el millonario portugués Carlos Inácio Pinto. De hecho, el empresario ya fue condenado en su país a 4 años de prisión efectiva por un delito de blanqueo de capitales y por un delito fiscal de una cantidad que asciende aproximadamente a un millón de euros. Y tiene pendientes más procesos judiciales, también por delitos fiscales, en el que el fraude sumaría otros dos millones de euros.

Aunque este ciudadano luso y su mujer hacían gala de un elevado tren de vida, lo cierto es que la prensa lusa ya había desvelado en los últimos días que el nombre de este hombre consta en la lista de deudores a la Hacienda portuguesa. Se encuentra, como contribuyente singular, en la lista de la Autoridade Tributária e Aduaneira entre las personas que deben entre 250.001 y un millón de euros. E, informa el Jornal de Noticias, también aparece en otro listado una empresa que tuvo en Viseu, Iso-FC Isolamentos Técnicos, que se disolvió en 2011: en este caso está en el grupo de las sociedades que adeudan entre 500.001 y un millón de euros.

Tras el suceso del pasado 2 de mayo en el hotel vigués, que derivó en una orden de ingreso en prisión provisional contra este empresario de 56 años, una de las diligencias que se realizó fue pedir información sobre él a la policía lusa. Las averiguaciones han permitido certificar esta condena por blanqueo y delito fiscal impuesta por un tribunal de Viseu, si bien la misma no es firme ya que fue recurrida ante un órgano superior en Coimbra. ¿Tuvieron algo que ver las cuestiones económicas de Carlos Inácio en la supuesta tentativa de asesinato por la que se le investiga ahora el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo? Las fuentes policiales y judiciales consultadas no se pronuncian ya que el móvil sigue siendo un misterio. Únicamente fuentes próximas a la presunta víctima aventuraron la pasada semana la posibilidad de que el ataque fuese consecuencia de un posible revés económico.

Carlos Inácio Pinto seguía ayer en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo debido a la afección cardíaca que sufrió el día de los hechos. Permanece estable y podría recibir el alta esta semana. Una vez se produzca esta situación, irá al módulo penitenciario del Hospital Provincial de Pontevedra, ya que su estado de salud aún no aconseja su traslado directo a la cárcel de A Lama. Una de las razones que llevaron a la juez a decretar prisión preventiva, además de la gravedad del delito por el que se le investiga, es el muy elevado riesgo de fuga que se aprecia en su caso.

El juzgado vigués ve elevados indicios contra Carlos Inácio y se considera inverosímil su versión de que actuó en legítima defensa. La Policía Nacional, sin embargo, seguía con sus pesquisas esta semana al apreciar aspectos que no encajaban. El tribunal está a la espera de recibir todos los informes policiales. En el caso de la joven de 26 años, además del examen de las lesiones, los forenses realizarán otro informe sobre secuelas psicológicas. "Está bajo un importante shock emocional", describen las fuentes consultadas.