Regresaba a casa sobre las 3 de la mañana del 1 de diciembre de 2013 tras una cena con amigos. Un constructor ourensano fue abordado por tres hombres que ocultaban sus rostros con pasamontañas cuando iba a entrar en su chalé de la calle Asunción, en la zona de la Universidad. Uno de los asaltantes portaba una pistola con la que agredió a la víctima en repetidas ocasiones. Tras una brutal paliza, los tres encapuchados se llevaron 50.000 euros. A principios de mayo, dos de los presuntos autores se sentarán en el banquillo para enfrentarse, cada uno, a un posible condena de 7 años y medio de prisión.

El tercer asaltante fue expulsado del país antes de que los investigadores practicaran las detenciones. En su momento, la Policía pidió su arresto en la República Dominicana. El caso se esclareció año y medio más tarde, gracias a la declaración de un testigo directo de la preparación del atraco al empresario, así como del reparto posterior del botín. El informante era menor de edad.

F.S.D.O., un hispano portugués de 37 años, y J.K.M., un dominicano de 25 con residencia legal, están presos desde su detención, hace justo un año. Cuando la UDEV de Ourense se presentó en el domicilio del segundo para arrestarlo, intentó huir arrojándose por la ventana desde un segundo piso.

La Fiscalía acusa a ambos de lo delitos de lesiones -solicita 2 años y medio- y robo con violencia y uso de instrumento peligroso -5 años-. Concurre una agravante de disfraz, puesto que asaltaron a la víctima encapuchados para no ser identificados. En la rueda de reconocimiento posterior a los arrestos, el constructor no pudo señalarlos.

El día del asalto, los tres hombres esperaron en las inmediaciones del chalé a que regresara el empresario. Dos de ellos se aproximaron a la víctima empuñando una pistola, cuya naturaleza -si era de fogueo o de fuego- no ha podido determinarse. Los delincuentes forcejearon con su víctima y la arrojaron al suelo, momento en el que se sumó el tercer asaltante, con la cara tapada por una braga. Tras golpear y aturdir al constructor, le arrebataron las llaves y accedieron a la vivienda.

Según la Fiscalía, tumbaron al empresario en un sofá y le propinaron patadas y puñetazos. Dos de ellos lo inmovilizaron mientras el tercero subía al primer piso, del que regresó para exigir la llave de la caja fuerte. El constructor les facilitó una que no se correspondía, lo que hizo que los delincuentes lo golpearan y amenazaran de nuevo. Finalmente, se apoderaron de un reloj y 40.000 euros. En otra caja fuerte de la vivienda se hicieron con 10.000 euros y, a continuación, ataron las manos del constructor con unas bridas.

En los registros realizados en la vivienda de J.K.M., en Ourense, se hallaron varios cartuchos 9 milímetros, dos pasamontañas, así como un reloj de la víctima.

La Fiscalía pide que los acusados indemnicen a la víctima con 49.300 euros por el dinero sustraído, 2.200 por las lesiones causadas y 2.000 para compensar las secuelas de las heridas.