La pareja víctima de lo que no dudan en calificar como "un infierno" declaró en el juicio protegida por un biombo. "Aún a día de hoy temo por mi vida, por la de mi pareja y por la de mi hijo", contó ella tras relatar el acoso sufrido, por el que tanto esta mujer como su compañero precisan tratamiento psicológico y farmacológico.

Entre los múltiples episodios relató como llegaron a amenazarla con "clavarle" la aguja de un "toxicómano" o hechos que no se recogen en el escrito de la Fiscalía, como cuando "desvalijaron" su casa de Vilagarcía. Su compañero sentimental, sin poder contener las lágrimas, afirma que la situación es insostenible. "Vas aguantando, aguantando, y ellos no paran, no paran. Y al final revientas", dijo. Ayer estaban "destrozados" por la rebaja de condena que hizo la Fiscalía a uno de los acusados.

La defensa del empresario pide su libre absolución y trata de desviar la atención hacia un exmarido de la víctima ya fallecido - "esto parece más un problema de celos que laboral", opina- e incluso hacia un empleado de la panadería del procesado. "Sentimos mucho lo que le pasó a este gente, pero no fue mi cliente", concluyó la abogada.