Un total de 18 meses de prisión, así como pena de alejamiento y de prohibición de comunicarse con la víctima durante cuatro años. Es la petición que realiza el fiscal para un joven de 22 años acusado de agarrar fuertemente de los brazos y propinar "reiterados empujones", provocando que la víctima se cayese al suelo "en múltiples ocasiones", a su exnovia, hechos que supuestamente ocurrieron la madrugada del 24 de marzo en una discoteca de Baiona y en las inmediaciones de dicho local. Concluido el juicio, celebrado ayer en el Juzgado Penal 3 de Vigo, el fiscal no solo mantuvo la solicitud de condena recogida en el escrito de acusación provisional, sino que pidió que se deduzca testimonio con respecto a dos testigos al estimar que faltaron a la verdad en la vista oral: un portero del citado local y un amigo del acusado. El primero fue el que alertó a la Guardia Civil, señalando entonces, según contó un agente, que el imputado estaba "tirando" a la chica. Sin embargo, ayer en la vista lo negó, tildando lo ocurrido de "discusión de niños". "No vi ninguna agresión", dice ahora.

El acusado se declaró inocente y señaló que fue ella la que le "gritó", "insultó" y "pegó" porque él estaba "hablando con una chica". "Creo que todo esto es por celos", señaló. Su abogado pide la libre absolución. "Él puede ser un caradura con las mujeres, que va con la primera o la segunda que pilla, pero no es autor de un delito de violencia de género", dijo. Mientras, la víctima, en un testimonio que el fiscal calificó de "coherente" , afirmó que el joven, con el que se veía "de vez en cuando", le increpó que ella estuviese hablando con un exnovio, y que fuera del local forcejeó con ella, la tiró al suelo y la agarró muy fuerte. Tuvo que acudir la Guardia Civil. Aportó un parte médico con lesiones. El fiscal acusa al joven de delitos de coacciones y de maltrato.