El mayor terremoto en tres décadas que asoló Ecuador el sábado, deja al menos 238 muertos y más de 1.557 heridos, según informó el vicepresidente del país, Jorge Glas. El número de fallecidos sigue en aumento ya que no se ha podido llegar a todas las zonas afectadas, especialmente en el epicentro. El seísmo de magnitud 7,8 en la escala de Richter azotó el norte de la región costera del país y también ha causado múltiples daños materiales que aún se evalúan. El Gobierno ha declarado el estado de excepción. Glas aseguró que la situación es particularmente "compleja" en el balneario costero de Pedernales.

El temblor tuvo su epicentro en la zona de Esmeraldas, cerca de la frontera con Colombia donde también se sintió, al igual que en Quito. Tuvo lugar a las 18.58 horas, a unos 20 kilómetros de profundidad, y la zona costera más perjudicada se encuentra entre las poblaciones de Muisne y Pedernales. En la zona del desastre los pobladores de Manta, Portoviejo, Pedernales y otras localidades afectadas buscaron refugio, pues en las horas posteriores al movimiento telúrico se produjeron al menos 60 réplicas con magnitudes entre 2,6 y 5,6, según el Instituto Geofísico.

El seísmo, con capacidad de producir un tsunami, activó la alerta en países vecinos como Colombia, Perú y Chile, que poco después cancelaron la advertencia. Sin luz ni agua, y con cientos de viviendas destruidas, miles de ecuatorianos se echaron a la calle. El terremoto ha golpeado la zona más turística del país. Hoteles derruidos, carreteras intransitables y numerosos muertos entre los escombros que de momento no han podido ser rescatados. El Gobierno ha decretado el estado de excepción para garantizar el orden, de modo que se pueda movilizar la fuerza pública para la seguridad de los ciudadanos y los bienes.

En Galicia y en Vigo en particular, existe una gran colonia de ciudadanos ecuatorianos que ayer intentaban con dificultades contactar con sus familiares allí. La Cancillería ha puesto en marcha una plataforma virtual de información para aquellos ecuatorianos del exterior que quieran interesarse por sus familias y ofrece un servicio de chat y otro de llamada web. También desde España puede recibirse información a través del teléfono 900 935 939.